Políticas

7/6/2007|995

¿Puede la UTD apoyar a Wayar y Kirchner?

Círculo del Partido Obrero de General Mosconi

La UTD de los hermanos Fernández (“Jipi” y “Pepino”) acaba de decidir su participación en las elecciones presentando una lista municipal, que a nivel provincial llevaría a la gobernación a Wayar (romerista) y a nivel nacional a Kirchner.


La excusa es que se pudo transformar a la UTD en una suerte de ‘Municipio paralelo’ que gestiona cooperativas de vivienda, construcción de varias obras públicas, escuelas rurales, pozos de agua, y el apoyo técnico-financiero de organizaciones del exterior ligadas a organismos de derechos humanos.


¿Esto justifica el compromiso con el aparato del Estado y el apoyo a los candidatos del oficialismo?


Creemos que no. La lucha por el trabajo genuino sólo se resolverá sobre la base de un plan que industrialice la provincia y que resuelva todo el déficit de infraestructura, viviendas y servicios. Esto es incompatible con el dominio de gobiernos capitalistas que ejecutan políticas a favor de las sojeras, que expulsan campesinos y contaminan el medio ambiente o favorecen a las petroleras que se llevan todas las ganancias. Los trabajadores debemos recuperar el fruto de nuestro trabajo.


Es esto lo que ya se votó en el congreso piquetero del norte de Salta de 2000, que fue el puntapié inicial de los congresos nacionales. En aquella oportunidad planteamos que era necesario un fondo de reparación histórica para el Departamento, sobre la base de recuperar recursos estratégicos, como la renta petrolera.


Apoyar a Kirchner, que hambrea y reprime a los trabajadores de su propia provincia, Santa Cruz, es abandonar esta perspectiva.


El año pasado, Wayar-Romero, con una ley de “K”, entregaron todas las áreas petroleras que quedaban, con contratos iguales a los de la época menemista, regalías insignificantes (6 a 12%) y la libre disposición de las ganancias, que pueden girar libremente al exterior. Apoyarlos es abandonar definitivamente el programa levantado por el histórico movimiento piquetero de Salta.


Valoramos las conquistas sociales obtenidas en las luchas; son un enorme capital para los desocupados, como son las cooperativas e incluso los microemprendimientos. Pero éstas no deben servir para agravar la explotación de los obreros con distintas formas y variantes, que es lo que ocurre en todo el país. La vivienda y buena parte de la obra pública que deberían realizar los municipios, son realizadas con obreros que trabajan sin obra social, sin jubilación, con salarios por debajo de la línea de pobreza y siempre en negro.


Creemos que los movimientos sociales deben romper con estos mecanismos de adaptación a los Kirchner, a los Wayar, a los Ruarte: les sirven para realizar obras públicas casi gratis y para cooptar y quebrar la independencia de las organizaciones piqueteras.


Hay que defender estas conquistas sobre la base de luchar por salarios de convenio y en blanco. Con obra social y jubilación. Producir una verdadera democratización; que la dirección de las cooperativas esté en manos de los socios obreros. Que los presupuestos oficiales de estas obras, que son inferiores al monto que se paga por obras similares a las empresas privadas que licitan, sean aumentados.


Pero para imponer estos reclamos es necesario refundar un movimiento de desocupados que tengan una perspectiva independiente de los gobiernos nacional, provincial y municipal.


Por eso invitamos a los compañeros de base de la UTD a reflotar la conciencia de que lo que se ha conseguido en nuestro Departamento ha sido sobre la base de una lucha colectiva, con el apoyo de toda una comunidad.


Saquemos todas las conclusiones. La dirección de la UTD apoya a quienes fueron, son y serán responsables de la desocupación, los entregadores de nuestros recursos, los generadores de la miseria y, por sobre todo, los asesinos de Verón y otros luchadores que dejaron su vida en la ruta.


Hay que pasar de largo del electoralismo barato que plantean los partidos patronales y sus nuevos “aliados” cooptados por el Estado. Hay que refundar el movimiento de los trabajadores ocupados y desocupados, retomar el programa y el camino de independencia política fijado por el congreso piquetero de 2000 y el reclamo fundamental de los docentes autoconvocados: un salario igual al costo de la canasta familiar.


En las elecciones hay que construir una alternativa popular junto al Partido Obrero, con comités de apoyo en todos los barrios.


Así se refuerza la lucha de los trabajadores.


Nada justifica apoyar a los verdugos.