Políticas

15/4/2010|1124

¿Qué hiciste tú en la guerra, papá?

¿El PO llamó a pedir armas a los militares para enfrentar a los ingleses?

Raúl Ismán, que actúa como periodista en un canal de TV de la Zona Oeste del GBA*, ha enjuiciado al PO, en un artículo sobre la guerra de Malvinas publicado en la revista (electrónica) Libre Pensamiento, por haber llegado al “colmo del ridículo”, al llamar a los trabajadores, desde su periódico, “a dirigirse a los cuarteles y pedirles armas a las fuerzas armadas para enfrentar a los ingleses”. Habría que preguntarle a Ismán qué planteo político tiene ahora sobre Malvinas.

El juicio permite rememorar una verdadera lección de política revolucionaria. El PO se opuso a la ocupación de Malvinas, caracterizándola como una acción de distracción política de la dictadura frente a su bancarrota y con la convicción de que el imperialismo yanqui avalaría su acción. Pero advirtió: “Si se da una guerra… es por auténtico antiimperialismo que planteamos: guerra a muerte, guerra revolucionaria al imperialismo. Esto no es sólo una guerra naval en el Sur, sino ataque a las propiedades imperialistas en todo el terreno nacional, confiscación del capital extranjero y, por sobre todo, armamento de los trabajadores” (PO Nº 328, 4/4/82).

Denunciamos la capitulación de la dictadura desde el primer minuto, que permitió la huida de capitales y el sabotaje económico del imperialismo. Advertimos que toda su política era confiar en una “mediación” de Reagan y que el mayor peligro para los trabajadores era la política de “unión nacional” en la que “se han alineado la Multipartidaria, Miguel, Triaca, Ubaldini y el PC”, frente a lo cual “sólo una minoría de dirigentes de la CGT resistió la parodia de hacer una manifestación de apoyo a la dictadura el 2 de abril (lo que) los honra” (ídem anterior).

El fracaso de las negociaciones en la ONU llevó al imperialismo al desenlace militar y a un cambio de frente. “Es altamente probable que los yanquis consideren que ya no hay condiciones para un arreglo del conflicto sin un claro cambio político en la Argentina”. La UCR, con Alfonsín, comenzó a desmarcarse de la guerra y la Multipartidaria se pronunció por la “paz”, a horas del ataque imperialista en Puerto Argentino, lo que la transformó en un “socio válido del imperialismo” (PO Nº 330, 12/6/82). ¿Y la clase obrera? La burocracia sindical –con el auxilio del PC– desmovilizó a la clase en función del “acuerdo nacional” con la dictadura, lo que bloqueó el ascenso obrero planteado en la gran manifestación del 30 de marzo. “¿Cómo podría el proletariado retomar su perspectiva de ascenso y explotar la crisis con el imperialismo”, frente “al avance y los golpes de la flota británica?” El PO llamó a constituir comités en las fábricas, por el control de los beneficios capitalistas y la convocatoria a movilizaciones frente a los cuarteles por el entrenamiento y el armamento de la población. La situación abría la posibilidad de un compromiso político con todos los que estuvieran por la derrota del imperialismo, incluyendo la posibilidad de “un frente práctico y militar común con el gobierno o con alguna fracción del ejército”.

Dos puntos diferenciaron al PO del resto de la izquierda. Primero, la izquierda apoyó la ocupación, el 2 de abril. Segundo, apoyó un “golpe democrático (que) serviría… al imperialismo yanqui”. El régimen que se erigió en 1983 fue el fruto de una operación política y financiera guiada por el imperialismo para preservar el Estado, el pago de la deuda externa y la impunidad de los genocidas. Afirmar que el advenimiento de la democracia formal significa por sí un progreso para la lucha contra el imperialismo es una postura antiobrera.

El señor Ismán no se planteó ninguno de éstos problemas, porque la derrota argentina estaba cantada –“no podía ser otro el resultado” y levantó “las posiciones pacifistas”, es decir militó en el campo del “golpe democrático” propiciado por el imperialismo. Por eso concluye que “lo único positivo que arrojó el conflicto es que la dictadura criminal debió irse abriendo paso a la democracia”, dando crédito en particular al “proceso comenzado en el 2003”, es decir al gobierno “nacional y popular”.

¿Qué hiciste tú en la guerra, papá?

* Señal de Noticias. Se presenta, además, como columnista de Redacción Popular (Electrónica), periódico socialista El Ideal y aparece en el portal de Aníbal Ibarra con un texto que tiene como título “Por qué la caída de Ibarra fue una derrota del pueblo”.