Políticas

1/4/1993|386

Que la CGT y el CTA concreten el paro activo de 36 horas y organicen el 1º de mayo

Hay dos grandes cosas que están creciendo en Argentina: por un lado, la miseria del pueblo y el avasallamiento de sus derechos y conquistas; por el otro, la oposición popular que quiere acabar con este régimen de ladrones, corrompidos, entreguistas y explotadores.


Los diques de contención contra esta oposición popular van cayendo de a uno, pero caen. Los menemistas incondicionales de la burocracia sindical tuvieron que ceder la dirección de la CGT, por su definitiva incapacidad para defender la existencia misma de los sindicatos y de la legislación laboral.


Los burócratas del CTA se han visto obligados, por su lado, a archivar el recurso engañoso y distraccionista del plebiscito, ante los reclamos de su propia base para enfrentar la posibilidad de la sanción de la “jubilación privada” con la huelga y las manifestaciones.


Estas modificaciones en las dos principales organizaciones sindicales del país no son para nada profundas, son más bien un maquillaje. Pero aún así traducen la presión popular para poner fin a su parálisis frente a los ataques desvergonzados del menemismo.


Las 62 organizaciones, a las que responde Naldo Brunelli, flamante secretario general de la CGT, se han pronunciado por un paro de 36 horas. Las bases del CTA reclaman lo mismo.


Que concreten, entonces. Plan de lucha, paro activo de 36 horas. En este marco, tienen la responsabilidad también de organizar el próximo 1º de Mayo, como manifestación de reagrupamiento masivo de la clase obrera contra el gobierno capitalista.


Los trabajadores, los delegados y las comisiones internas tienen ahora la oportunidad, con este planteamiento, de terminar con el aislacionismo al que las ha condenado la burocracia sindical y su política.


Pronunciémonos todos y cada uno por un paro de 36 horas y la organización de un 1º de Mayo obrero. Los militantes del Partido Obrero son convocados, junto a los simpatizantes y amigos, a emprender una vigorosa campaña de agitación por el paro y por la organización del 1º de Mayo, y a esforzarse más que nadie por impulsar la campaña de pronunciamientos.


Las consignas del  paro de 36 horas y de organicemos un 1º de Mayo obrero contra el gobierno capitalista, nos deben servir a todos para hacer un nuevo recuento de fuerzas de la vanguardia de la clase obrera y para unirla en un programa consecuente.


Llamamos a los partidos de izquierda a un frente común por estos objetivos.