Políticas

29/4/2010|1126

Que Moccero vaya poniendo las barbas en remojo

Los municipales de Coronel Suárez están nuevamente en pie de lucha. Aunque la inflación disuelve el salario, el presupuesto aprobado por todos los concejales no contempla el ajuste salarial. Moccero (FpV) y la oposición patronal quieren recuperar con yapa lo que perdieron el año pasado por la gran huelga. El Cuerpo de Delegados convocado por la Comisión Directiva votó reclamar el 40% al básico y una marcha al Concejo. El jueves 16 de abril, más de 50 compañeros se manifestaron con pancartas en la apertura de las sesiones. “Sí al salario, no al aumento de las tasas”, “Concejales: votaron presupuesto sin aumento salarial”, “Por un Bicentenario sin hambre”. Las propias consignas expresan una maduración del gremio. En primer lugar, le salen al cruce a la típica maniobra del intendente que “usa” las huelgas para aumentar las tasas y facturarle el aumento a la población. En segundo lugar, denuncian al conjunto de las fuerzas patronales por votar el presupuesto moccerista que congela los salarios con una inflación que no va a bajar del 30%. La fuerza de la lucha llevó el año pasado a radicales y peronistas disidentes a coquetear con la huelga. Con la votación del presupuesto 2010 mostraron la hilacha patronal que los une a Moccero. En una reunión del sindicato con todos los concejales, éstos se limitaron a escuchar el reclamo y ni siquiera respondieron para cuándo van a poner en marcha la Comisión Tripartita (Ejecutivo-Deliberante-Gremio), que el año pasado prometieron para destrabar el conflicto.

El intendente vuelve con la cantinela de que no hay plata. Pero en los años de su mandato las tasas subieron por el ascensor y los salarios un par de escalones, luego de sendas huelgas generales del Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) desde que se expulsó a la burocracia.

El intendente bicicletea para dilatar y así rapiñar algunos meses sin pagar aumento. Pero los municipales tienen que parar la olla y se empieza a calentar el horno. El STM prepara el terreno para una nueva huelga. El año pasado demostraron que van en serio.

Moccero quiere festejar el Bicentenario con la “familia suarence” unida. Prepara una vigilia en las vísperas. Pero cuando se trata del salario, en la familia hay hijos y entenados.

Trabajadores con sueldos de hambre –no sólo municipales– y terratenientes ricos. En Vulcabrás (ex Adidas) hay que trabajar 10 horas por día para arrimar los 2.000 pesos, mientras los empresarios se llenan los bolsillos. El STM lo ha dicho: “Queremos un Bicentenario sin hambre”. Los municipales ya están haciendo su vigilia.