Políticas

3/12/2009|1111

Que se convoque a la asamblea general

Después de la firma del acta-acuerdo, en varios hospitales se ha votado este reclamo. Se ha tomado conciencia tardíamente de una cuestión señalada desde Tribuna de Salud, y que en su momento hasta se la señaló como divisionista. Es indudable que las asambleas diarias en los hospitales, la elección de delegados, la fijación de mandatos, los plenarios de delegados interhospitalarios, implicaron una revolución en el campo sindical. Ningún sindicato, sea de la CTA o de la CGT, tiene un régimen de democracia sindical como el que imperó en el Movimiento Autonconvocado. Sin embargo, este mecanismo tenía una falla fundamental, que quedó disimulada mientras el movimiento fue en ascenso y no hubo que tomar decisiones definitorias.

En el plenario interhospitalario cada centro representaba un voto. Así un hospital como la Maternidad, con más de mil trabajadores, tenía un voto, al igual que el hospital de Lules con apenas decenas de trabajadores. Se estableció una suerte de sistema de voto calificado. Para resolver esto estaba la posibilidad de categorizar en función de la representación real, la cantidad de votos de los mandatos, o algo más democráticos como es la asamblea general de todos los trabajadores involucrados en la lucha.

Con el método fallido, y representando una minoría, el sector colaboracionista hizo pesar los sellos y se impuso a los mandatos de los grandes hospitales.

Por eso está planteado, aunque llegue tarde, que se convoque a la asamblea general para rendir cuentas de por qué se firmó lo que se firmó y votar cómo se va a seguir para conquistar los reclamos pendientes.