Políticas

1/7/1999|633

Que se expropien las empresas que cierren o despidan

Que la UOM y el SMATA se pongan a la cabeza

Diasa, contratista de Fiat, ha echado a más 700 trabajadores.


En las próximas horas, se produciría el cierre de Insya, Warlor y Saiar, también subsidiarias de Fiat, con lo que quedarían sin trabajo (en total) más de 1.600 obreros.


Peugeot ha resuelto el cierre de su ‘tercerizada’ Corni.


Emfer (Emprendimientos Ferroviarios), la ex Morrison, amenaza con el cierre de la empresa para arrancar una ‘flexibilización laboral’ feroz.


La política de la burocracia ha fracasado en toda la línea.


Aceptó una ola de suspensiones a principios de año con el pretexto de que así le ponía ‘un techo’ a los despidos.


Teníamos las suspensiones, ahora tenemos además los despidos y cierres (y la rebaja de salarios).


Las patronales, en cambio, han recibido un festival de subsidios.


El gobierno les perdonó multas a cuatro terminales que correspondían a negociados sobre importación de vehículos por 120 millones de pesos.


Lanzó luego el Plan Canje, donde el Estado aporta un monto que supera los 225 millones en el cálculo más modesto.


Como ‘esto no va más’, hay que plantear otra salida.


Que el Estado intervenga y ponga en funcionamiento a todas las empresas que cierren o suspendan, bajo control obrero.


Reparto de las horas de trabajo en toda la industria, sin afectar los salarios.


A propuesta de trabajadores de Diasa, la UOM Quilmes ha anunciado que, en las próximas horas, decidiría una marcha a la Plaza de Mayo, el Congreso y el Ministerio de Trabajo, el próximo jueves 1º de julio.


Que la marcha sea respaldada por una huelga general de toda la UOM y de todo el Smata.