El diputado provincial Darío Giustozzi es el principal candidato del kirchnerismo en Almirante Brown. En torno a su figura se alinean desde Barrios de Pie hasta ex pejotistas.

La candidatura de Gistozzi -que pretende derrocar al duhaldista Villaverde- viene atada al mito de la “nueva política”. Sin embargo, Giustozzi es una figurita bastante vieja. Llegó a la conducción del PJ de la Provincia de Buenos Aires en 1988, de la mano de Antonio Cafiero, y fue miembro del Consejo Nacional del peronismo por esos años. Guistozzi fue, a partir de 1999, miembro del Ministerio de Justicia y Seguridad del brazo de Ruckauf, el gobernador que no dudaba en llamar a “meter bala”. Aunque su cara inunde publicaciones y paredes, no se conoce casi nada de sus propuestas de gobierno.

Defensor del “conocimiento informal”, Giustozzi reivindica ese tipo de enseñanza para quienes no tengan acceso a la enseñanza “tradicional”. Es un enemigo de la educación pública.

Giustozzi presentó un proyecto de regularización dominial en la zona de Don Orione. Aunque el diputado "chapee" con esto, le ha dado la espalda al reclamo de vivienda de 400 familias en esa misma zona.

Giustozzi plantea penalizar a los grandes evasores con “actividades comunitarias” en hospitales o escuelas. Los grandes capitalistas de la provincia, agradecidos.

La candidatura de Giustozzi es una candidatura al servicio de los capitalistas. Estos son los intereses que ha venido defendiendo desde siempre. De ninguna manera es un defensor de los intereses de los trabajadores. Es urgente desenmascarar a estos candidatos para abrir paso a una alternativa de los trabajadores en el distrito.