Políticas

4/9/2003|816

Quieren bajar las jubilaciones un 30%

Para pagar la deuda externa

Las Afjp presentaron un proyecto de reforma previsional “que se aproxima a la que está trabajando el gobierno” (Clarín, 31/8). Con esto se confirma lo que venimos planteando desde Prensa Obrera, de que el proyecto del gobierno no es otra cosa que “la reforma privatizadora de Kirchner”.


El proyecto de las Afjp propone “eliminar la Prestación Básica Universal (PBU, que hoy se ubica en torno a los 200 pesos)” y “calcula de manera distinta el beneficio generado por los años aportados al Estado” (ambas están a cargo del Estado). Se estima que, así, la jubilación futura podría reducirse en el orden del 25 al 30%” (Clarín, ídem). De esta manera, tanto el gobierno de Kirchner como las Afjp retoman la vieja idea de los gobiernos de Menem y De la Rúa de eliminar la PBU y reducir el reconocimiento de los aportes hechos al Estado antes de la reforma de 1994.


A esto se agrega que las Afjp también “plantean reducir los niveles de las pens iones de invalidez y fallecimiento, considerados elevados en relación a la cobertura de los sistemas de seguridad social de otros países similares a la Argentina” (Clarín, ídem).


Como se ve, menos jubilaciones y menos pensiones es el grito de guerra de las Afjp y el gobierno, porque con eso quedará más plata para el pago de la deuda. Como en definitiva las jubilaciones y pensiones son una deuda del gobierno, cuando se habla de quita de la deuda, los banqueros y funcionarios no se refieren al FMI o a los banqueros sino a los jubilados y pensionados.


Al igual que el gobierno, las Afjp plantean cobrar sus comisiones “sobre los aportes, los saldos de las cuentas o la rentabilidad”. De esta manera, la Afjp va a cobrar comisión aunque el trabajador esté desocupado o trabaje “en negro” y no esté haciendo aportes, ya que lo va a descontar de la cuenta. Tanto o más importante es que el trabajador no va a saber en ningún momento cuánto es lo que le están cobrando de comisión.


El proyecto de las Afjp, al igual que el gobierno, propone básicamente que haya tres clases de beneficios. La primera a cargo del Estado, de carácter asistencial, llamada Mínima Garantizada. Es para los mayores de 75 años que no tengan jubilación o menos de 10 años de aportes “y demuestren que carecen de ingresos familiares”. Sería una jubilación de indigencia (de 150 pesos).


El segundo beneficio es para los trabajadores que hicieron aportes durante más de 10 años. Cobrarán lo que obtengan del Estado o de la Afjp (sin PBU), con la garantía de que nadie cobrará menos del mínimo, que sería de 200 pesos. Esto significa que el trabajador se jubilaría con el 30 ó 40% del salario.


El tercer beneficio sería la jubilación que surgiría si el trabajador hace aportes extras a la Afjp. Aquí se propone “mejorar las exenciones impositivas para mejorar el ahorro”, o sea, que el Estado lo subsidie.


En resumen. El gobierno “garantiza” una jubilación de indigencia a los mayores de 75 años. Para el resto, la jubilación vendrá de la jubilación privada, de tal manera que, en el mejor de los casos y si las inversiones no se van “al tacho”, sino que dan un rendimiento, el trabajador se jubilaría con el 30 ó 40% de su sueldo.


Este proyecto apunta entonces a bajar la jubilación a cargo del Estado para garantizar el pago de la deuda externa y ampliar el negocio de las Afjp.


El proyecto de las Afjp tiene un enorme mérito: es tan coincidente con el del gobierno que ayuda a desmitificar la reforma que prepara Kirchner.