El gobierno nacional resolvió eliminar subsidios al transporte interurbano que tengan un recorrido superior a los 60 Km de distancia. La decisión del Ministerio de Transporte ya fue publicada en el boletín oficial y representa una agudización de la crisis en un sistema que vienen pagando usuarios y el conjunto de trabajadores del volante, ya que la quita significará nuevos aumentos.

A partir de la resolución, el gobierno nacional dejara de enviar aproximadamente $80 mil por cada micro. En teoría, los fondos señalados eran destinados por las empresas para completar el pago de haberes y como “compensación” por mantener el precio de la tarifa.

Cabe recordar que el transporte interurbano desde hace meses no funciona integralmente, por eso a la fecha tiene un piso de funcionamiento de al menos un 25%, mientras que las unidades que cubren lugares turísticos tienen una mayor frecuencia. Además, la demanda de los que acceden al servicio oscila entre el 21 y el 27%, según fuentes empresariales.

En el corredor que une Córdoba capital con las sierras chicas, las unidades funcionan en un 50% en horarios centrales. En otros horarios el recorrido cae al 30%, aproximadamente. Si bien la quita de subsidios no afecta este corredor, es un antecedente a tener en cuenta en el delicado cuadro en el que se encuentran los interurbanos.

En Córdoba, entre las ciudades más afectadas se encuentran Cruz del Eje, La Falda, Jesús María, Santa Rosa de Calamuchita, Río Cuarto, Villa María, Bell Ville, Leones. Las empresas ya adelantaron que piensan compensar el recorte solicitando un aumento del precio del boleto, y que la quita de subsidios pone en riesgo la continuidad de la prestación del servicio. Además, sucesivos aumentos de los combustibles también atiza el pedido de un nuevo incremento en la tarifa.

Vale decir que semanas atrás voceros empresariales pidieron definiciones al gobierno nacional sobre cómo se va a repartir a futuro la plata de los subsidios. En los hechos, el gobierno respondió con un recorte en material de transporte. La crisis de la gestión capitalista de las empresas se agudiza y junto con ella la situación laboral de las y los trabajadores, que están trabajando en un 25% del total de la capacidad, mientras el resto sigue suspendido y a la espera.

En momentos en que se discute la vuelta a clases es claro que desde el gobierno se pone una traba más,ya que la caída de frecuencias también impacta en la posibilidad de que la comunidad educativa regrese.

En este cuadro, la conducción del gremio Aoita no tiene plan de lucha alguno para defender el salario y los puestos de trabajo. Meses atrás una autoconvocatoria irrumpió expresando el reclamo de la base del gremio, ese es el camino a continuar, sumando el planteo de estatización del sistema, puesto que si las empresas no pueden sostener los recorridos, la única forma de saber qué se hace con los subsidios y a la vez defender las fuentes de empleo es terminar con el costo empresarial y poner las empresas bajo control de trabajadores y usuarios.