Ramal con cooperativas de vivienda
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Partido Obrero Villa Urquiza
El sábado pasado se realizó un encuentro de cooperativas de la Capital por la vivienda con el legislador porteño Marcelo Ramal (actual candidato a legislador por el Frente de Izquierda), para nuclear la lucha por la vivienda en la Ciudad de Buenos Aires.
La ciudad porteña, víctima de la especulación inmobiliaria impulsada por los negociados entre el macrismo, el kirchnerismo y el radicalismo en la Legislatura ha llevado a una crisis habitacional profunda. Con un crecimiento del 50% de trabajadores que migran a las villas de la Capital y el conurbano (como último recurso habitacional que les queda para no irse a kilómetros de sus trabajos o de los colegios de sus hijos), ante la imposibilidad salarial de pagar un alquiler y mucho menos de acceder a la vivienda propia. La lucha por la vivienda, como bien caracterizó Marcelo Ramal en el encuentro, es una lucha política, contra los intereses especulativos de los candidatos del ajuste vinculados con los grandes empresarios de la construcción, como Nicolás Caputo o el grupo Irsa de Eduardo Elsztain. Es en este marco que se instala la lucha de las cooperativas, quienes reclaman desde la adjudicación de los terrenos hasta los fondos para iniciar la construcción de las viviendas.
Además de patearse la pelota entre los gobiernos de la Ciudad y el nacional, de quién debe bajar los fondos para la construcción, lo cual ha dividido las denuncias hacia uno y otro gobierno (mientras que ambos son los cómplices de la crisis habitacional en la Ciudad y en la nación), desde el ibarrismo hasta hoy se han complotado para dividir al movimiento de cooperativas. El eje principal de este problema radica en las distintas leyes creadas para las cooperativas de vivienda, que ha permitido disgregar al movimiento.
Otra de las dificultades para el acceso a la vivienda digna denunciada por las participantes se halla en los convenios firmados entre el Gobierno de la Ciudad y las cooperativas, donde se les exige a estas últimas un monto equivalente al 20% del total de la obra para comenzar las mismas. Estos montos que llegan a más de 200.000 pesos son inalcanzables y llevan a que el Gobierno de la Ciudad paralice las obras durante meses o años hasta que ingrese la parte exigida a las cooperativas.
Uno de los temas puesto en discusión fue la adjudicación de terrenos fiscales para la construcción de las viviendas. Hoy en día, el Estado cuenta con una gran cantidad de terrenos, los cuales no son adjudicados para la construcción de viviendas sociales, sino que son entregados a los grandes empresarios para la especulación inmobiliaria (shopping, torres, etc.) o a la burocracia sindical, como es el caso del predio de Lugano al sindicato de Camioneros. Ramal destacó que estas tierras, que el Estado se niega a utilizar para solucionar la falta de vivienda digna, corresponden a un patrimonio de los habitantes y debe ser utilizados con este fin. En muchos casos, sobre estas tierras fiscales se encuentran actualmente asentamientos que no son adjudicados a los propietarios, sino que se agrava la situación cuando son desalojados por el propio Estado mediante la utilización de la Metropolitana, la Federal y la Gendarmería, como ocurrió con el barrio Papa Francisco, donde Ramal intervino oportunamente.
Las conclusiones sacadas por los propios vecinos es la necesidad de la organización de las cooperativas para nuclear la lucha por el acceso a la vivienda digna. Dentro de esta organización es clave arrancarle al Estado la participación directa de los vecinos en todo el proyecto, desde la asignación del terreno, los materiales utilizados para la obra y el avance de la construcción desde el inicio hasta la entrega final de las mismas.
Se debe otorgar un crédito a tasa 0% a las cooperativas y aumentar la partida presupuestaria utilizada en la ciudad para solucionar la crisis habitacional en la que se halla.
Urbanización real de las villas bajo control de los vecinos frente al maquillaje de la gestión macrista.
Vamos todos al encuentro por la vivienda a realizarse el 19 de junio en la Facultad de Sociales.