Políticas

2/3/1995|439

Rebelión docente contra Duhalde

En la docencia bonaerense se registró un principio de re­belión, expresado en asam­bleas nacidas espontánea­mente, donde los docentes se autoconvocaron y realizaron movilizaciones en varios dis­tritos, cuyo epicentro fue La Matanza, donde más de 200 docentes autoconvocados co­menzaron la protesta segui­dos luego por Quilmes, La Plata y Ensenada.


El estado de efervescencia tuvo su origen en la Resolu­ción 97/95 y el Decreto 4457/95 del gobierno de Duhalde.


La primera de ellas modi­ficaba los planes de estudio de 1° y 4° año de la enseñanza media y entraña una reduc­ción importante de horas cá­tedras, al suprimir diversos talleres, materias e idiomas.


Las pocas y “nuevas” asignaturas que se crean no logran compensar la pérdida hora­ria, de modo que la conse­cuencia de la reforma es una seguidilla de cesantías, reubicaciones y pases a disponibili­dad de docentes. Centenares de profesores por distrito per­dían así sus puestos de traba- jo, pues sus cargos eran supri­midos. En el caso de los su­plentes y provisionales, no cobran un peso (los titulares son declarados en “disponi­bilidad” pero siguen perci­biendo su sueldo por un perío­do).


La segunda medida impli­ca una reducción drástica de las plantas orgánicas de las escuelas secundarias, ya que se eliminan los cargos de jefe de preceptores, encargado de laboratorio y bibliotecarios, y se establece un preceptor cada 3 secciones (antes era 1 cada 2). Se congelan, además, virtualmente los cargos do­centes —ampliando la carga laboral sobre el plantel exis­tente—, pues la creación de ellos sólo se autoriza en caso de un aumento excepcional de la matrícula.


Estas medidas son la pri­mera fase de aplicación de la ley de educación que, como se sabe, contempla la desapari­ción de la secundaria y su re­emplazo por la “polimodal”, una enseñanza de menor al­cance y calificación, dirigida a suministrar mano de obra a la empresa capitalista y que pasará a girar directamente bajo la órbita de ésta, desli­gándose el Estado de toda res­ponsabilidad educativa. El tránsito entre una y otra mo­dalidad implica una gran “limpieza” y reconversión del plantel docente.


El blanco principal del ataque actual lo constituye la enseñanza media, pero las ce­santías presentes son la prue­ba piloto para luego imponer, al conjunto de la docencia, la pérdida de la estabilidad, la prolongación de la jornada laboral, el régimen de contra­tos temporarios y salarios di­ferenciados, sobre la base de un orden de “méritos”y cali­ficaciones discrecionales de directores y autoridades. Esto es parte del paquete de reforma laboral conocido como proyecto “Sozio”, sub­secretario del Ministerio de Educación, que Duhalde se propone aplicar.


La respuesta de las bases docentes


Luego de varias movilizaciones en los distritos del Gran Buenos Aries y La Pla­ta, más de 1.000 docente se movilizaron a La Plata en re­clamo de la derogación de los dos decretos de Duhalde, expresando el estado de rebe­lión existente que desbordó por completo los marcos “or­gánicos” que le quiso dar SUTEBA a la protesta.


Duhalde y Giannesttasio acusaron el impacto de la movilización docente virtual­mente autoconvocada, donde ya había comenzado en varios distritos una paralización de la toma de exámenes y se amenazaba con el no inicio de las clases en todas las escue­las medias. La marcha atrás del gobierno fue sólo parcial, pues no derogó los decretos cuestionados y restituyó a los docentes sólo una parte im­portante de las horas quita­das, lo que significa una reba­ja salarial.


La dirigencia del SUTE­BA, que actuó bajo la gran presión de los docentes, que irrumpieron en los locales sindicales quebrando la “tradición” burocrática de sólo permitir el acceso a los afiliados, al ver que el gobierno daba un paso atrás, aprovechó para desmantelar el conflicto con un paro el día 6 y otro el 13, sin ir a fondo para lograr la derogación de los decretos, que era el reclamo sentido de los docentes, que ven la intención del gobierno de aplicarlo en la primera oportunidad política que se le presente, tal como ocurrió con los reconocimientos médicos y la sanción de la Ley Federal de Educación.


Las asambleas posteriores del SUTEBA ratificaron esta posición paralizante de la di­rección que, pasado el “chu­basco”, ha comenzado una campaña macartista contra loa activistas, acusándolos de promover el no unció de las clases. Esta rebelión docente pone de manifiesto más que nunca la necesidad de de encima si chaleco de fuerza de esta burocracia que ha traicionado todas las conquistas docentes, y fortalecer a fondo la coordinación por zona y por escuela. Sólo esta organización puede quebrar los planes del negrero Duhalde.