Reportaje a Altamira en Página/12


Reproducimos aquí la versión completa de las respuestas que Jorge Altamira envió por escrito a un cuestionario de “Página/12”, y que fueran editadas por ese diario este miércoles 5 de agosto. Los párrafos en cursiva fueron omitidos en esa edición. 


 


-¿Qué le pasó al Altamira candidato, a su persona, del spot de 1989 en el que golpeaba la mesa y pedía que los gerentes del Citibank “vayan a laburar”, al actual que baila el rap o hace campaña con un aviso en el que hay una nave espacial con el escudo del PJ? ¿Hay algo más que un cambio de estilo personal?


-Desde por lo menos la Revolución Francesa, las distintas formas de expresión artística han servido para potenciar el mensaje revolucionario. Seguimos lo mejor de una tendencia histórica. En ningún lugar se manifestó esto con mayor fuerza que en la Revolución Rusa.


Por otra parte, en 1989 había espacios cedidos de 10 a 15 minutos, que otras fuerzas de izquierda usaban para pasar spots. Yo, en cambio, los usaba para expresar programas.


 


 -El voto a la izquierda dejó de ser “testimonial” porque con el FIT pegó un salto, pero a sus candidatos les siguen adjudicando falta de vocación de poder. ¿Hace falta una revolución para que los partidos de izquierda conquisten cargos ejecutivos?


-Los que adjudican al FIT falta de vocación de poder no saben de lo que hablan. Los acosa el temor de que sea lo contrario. Los candidatos del sistema carecen de esa vocación, porque son figurones de los monopolios capitalistas (Chevron, Barrick Gold, Monsanto). La revolución en el seno de la izquierda es siempre necesaria, porque, como se sabe, la revolución es permanente. Hoy pasa por abandonar para siempre el sectarismo y la autoproclamación.


 


-¿Cuáles serían sus tres primeras medidas? Por supuesto dentro de un plan, pero ¿a cuáles tres aspectos daría prioridad?


-A un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar (14.000 pesos), al 82% móvil para los jubilados, al combate a la precarización mediante la supervisión de los contratos laborales por parte de los cuerpos de delegados de empresas y reparticiones. Tendríamos que discutir la pertinencia de plantear la convocatoria de una asamblea constituyente libre y soberana -convocada por un gobierno de trabajadores.


 


-El FIT en su conjunto denunció el carácter proscriptivo de las Paso desde su nacimiento en 2011. Los resultados que fue obteniendo indican que creció. Quizá obligado por la circunstancia pero ¿no terminaron siendo beneficiosas las Paso para el Frente?


-Las críticas del FIT a las Paso han sido siempre principistas; dar vuelta la taba contra una medida de estatización de los partidos, que limita la partición electoral, no puede ser un criterio para apoyarlas. No hay que olvidar que nos distingue nuestra condición de demócratas consecuentes.


 


-A pesar del nivel de los cruces y las diferencias expresadas en esta campaña entre el PO y el PTS sus dirigentes insistieron en que no se rompe el FIT. ¿Coincide?


-Hemos advertido, repetidamente, ante cada manifestación de divisionismo, que el que rompe el FIT se suicida políticamente, porque nuestro frente se ha transformado en un canal político popular de los trabajadores. Por eso rechazamos que el PTS inscriba a su nombre las bancas que ocupa, incluso por rotación, cuando ellas pertenecen al FIT. Estamos haciendo una campaña por bloques parlamentarios únicos, con un funcionamiento que garantice la libertad de tendencia. 


 


-Gabriel Solano le dijo a este diario que gane quien gane, el que pierda hace campaña por el otro. ¿Podrán hacerlo luego de haberse calificado de usurpadores, traidores o sectarios entre ustedes? ¿Irán unidos hacia la elección de octubre?


-El sectarismo incuestionable y la usurpación de una representación parlamentaria son críticas políticas y por sobre todo justas, de ningún modo una descalificación. La palabra traidor dirigida a compañeros y luchadores no existe en nuestro lenguaje.


 


-Los precandidatos del MST Nueva Izquierda y del Nuevo MAS dicen que tanto el PO como el PTS son responsables de la falta de unidad total de la izquierda, con ellos adentro del FIT. ¿Cuáles son las razones por las que quedaron afuera ambas agrupaciones? ¿En esto sí coinciden con el PTS?


-Es un punto en el que el PTS efectivamente coincide con nosotros. Sin embargo, hay matices que conviene aclarar: nosotros no nos oponemos a un debate político con nadie, poniendo como excusas diferencias pasadas, por importantísimas que hayan sido. Ocurre que el MST defiende las Paso, que nosotros denunciamos, y pretende competir con el FIT sin clarificar antes las posiciones en disputa. 


 


 -¿Por qué no hay candidatas mujeres encabezando las principales listas en la lista Unidad?


-Es una observación incorrecta. En Santiago del Estero, Neuquén, Santa Fe, Mendoza, Córdoba, la lista Unidad del FIT está encabeza por compañeras, a veces en forma absoluta.


 


-¿Qué sucedió con Carlos “Perro” Santillán en Jujuy que finalmente va con su propio partido a la elección?


-El “Perro”  justifica su decisión por el veto impuesto por el PTS a la participación de su corriente en las listas del FIT, a pesar de que el “Perro” suscribió conmigo un documento político de apoyo al programa del FIT. Nosotros estamos en una campaña para que se levante ese veto, al cual consideramos incompatible con la unidad en la lucha de todas las corrientes que suscriben nuestro programa. El Perro Santillán se pronunció por el apoyo a nuestra lista en las elecciones nacionales, y participa activamente de la campaña.


 


-¿Está de acuerdo con que un diputado gane como un docente? Lo hacen los diputados del PO? 


-Claro que estamos de acuerdo. Es un viejo planteo de la izquierda que se viene practicando por lo menos desde 2000, cuando asumí como legislador, y probablemente desde antes. Tiene un carácter propagandístico, de denuncia del carrerismo político en los partidos de la burguesía. Lamentablemente, en la mayoría de la izquierda es usado como sustituto de la crítica del Estado burgués como aparato de opresión, evitando así la denuncia de ese Estado en la propaganda regular y, particularmente, durante las elecciones.