Políticas

26/7/2001|715

Resolución sobre la campaña por la libertad de los compañeros presos

1) La detención de Barraza, Raineri, Gil, Castells, Alí, Godoy, Peneipil y Luzza es parte inseparable del ataque y represión gubernamental contra todo el movimiento piquetero. Los piqueteros caracterizan a uno de los movimientos de masas más combativos y radicalizados de toda América Latina.


Esta política represiva es la que reclaman Baylac cuando pide *terminar con los piquetes* y el presidente de la Asociación de Bancos, Escasany, quien ha urgido al gobierno aliancista a *limpiar las calles de piqueteros*.


Es también la orientación del gobernador Romero en Salta *allí donde el movimiento piquetero ha ido más lejos en su lucha, organización y definiciones programáticas* para intentar reconstruir el orden político quebrado en la provincia.


La negativa de la Cámara Nacional de Apelaciones a excarcelar al compañero Barraza, como antes el fallo del juez Cornejo encarcelándolo por la *presunción de futuro delito*, están al servicio de esta política.


Pero esta política de caza al piquetero tiene los límites que le impone la situación política: la cesación de pagos es general y ha llegado a la estratégica provincia de Buenos Aires, liquidando las aspiraciones de Ruckauf.


El planteo represivo pone de manifiesto la incapacidad del gobierno aliancista para hacer frente a la intensa movilización popular que crece en todo el país.


La lucha por la libertad de Barraza y todos los compañeros presos empalma con esta crisis histórica del régimen y de los partidos patronales y con la perspectiva de terminar con el gobierno de De la Rúa-Cavallo, luchando por una Asamblea Constituyente.


Con este enfoque y en este cuadro general, el Partido Obrero impulsa la más amplia movilización política por la libertad de los presos, el desprocesamiento de los 2.800 luchadores populares y la anulación de las causas y de los pedidos de captura contra los dirigentes piqueteros.


2) Este ataque contra todo el movimiento piquetero exige una campaña de movilización política, nacional y centralizada, para concretar la convocatoria a un Gran Acto de masas por la libertad de todos los presos y el inmediato retiro de la Gendarmería,


3) Esta campaña de movilización hasta imponer la libertad de todos los presos debe concretarse en cientos de pintadas (el Congreso puede considerar la propuesta de un plan nacional de 1.000 pintadas), y actos callejeros y en las plazas públicas de las principales ciudades del país.


La campaña por la libertad de Barraza y el resto de los presos ya está en marcha. Hay que multiplicar esta campaña de pronunciamientos.


Proponemos también una campaña de cartas nacional e internacional, que comience ya con un compromiso de parte de los delegados de este Congreso del PO, dirigidas a los compañeros detenidos para manifestar la más amplia solidaridad de miles de trabajadores y jóvenes y el repudio a los fallos aberrantes que condenan a los piqueteros por reclamar y manifestarse. Esta campaña y la formación de comités de apoyo a los presos debe servir para reforzar la solidaridad moral con los compañeros presos pero también para asegurar el compromiso material y financiero con esta lucha que exige una amplia agitación política. Una iniciativa posible es la de promover la venta de postales con leyendas y dibujos reclamando la libertad de los compañeros y que sean enviadas en las cartas, como así también un plan de *padrinazgos* de los presos a cargo de las comisiones de apoyo.


4) Un punto especial en esta campaña es la movilización internacional y de todas las organizaciones que militan junto al Partido Obrero en la refundación de la IV Internacional (pronunciamientos, cartas y difusión de los fallos fascistizantes y concentraciones frente a las embajadas argentinas). La libertad de los presos políticos es una bandera de unidad proletaria internacional.


Como parte de esta campaña internacional proponemos recurrir a los organismos internacionales, porque el Partido Obrero debe valerse incluso de las instituciones que están al servicio de la propaganda democratizante del imperialismo.


5) La lucha por la liberación de los compañeros y para arrancarlos de la cárcel es una batalla diaria contra la burguesía y el gobierno. Cada batalla ganada fortalece la moral de los presos y del movimiento general por su libertad.


Por eso le damos una enorme importancia a la lucha por el mejoramiento de las condiciones de detención, al reconocimiento de los compañeros como presos políticos y a todas las conquistas que se vayan obteniendo.


Cada conquista, por pequeña que sea, es una derrota de la burguesía que busca con el encarcelamiento y la prisión doblegar la moral militante de los revolucionarios. La atención jurídica de los presos es parte de esta lucha integral y por eso mismo está sometida al control político del Partido y a la verificación de los objetivos y estrategia fijados por la campaña política de movilización.


6) El apoyo material, el sostén y el mantenimiento de nuestros compañeros presos forma parte indivisible de la campaña de movilización política.


Reclamamos a las patronales privadas o estatales *donde trabajan los compañeros* que abonen los sueldos correspondientes, o en su defecto y ante una negativa, que sean los sindicatos de Luz y Fuerza y Docentes (a los cuales están afiliados dos de los compañeros) los que garanticen el sostenimiento económico de las esposas e hijos de los presos.


Para el Partido Obrero la defensa de sus compañeros detenidos es una cuestión de principios: junto a las campañas propuestas es necesario realizar todas las colectas y recolección de recursos en el país y el exterior para sostenerlos y apoyar su lucha.


7) Como parte de esta campaña de movilización política, el Partido Obrero convoca a un gran acto en el anfiteatro de la UTA el próximo 13 de julio para reclamar la libertad de todos los compañeros presos, la anulación del fallo antiobrero contra Néstor Pitrola y los 10 dirigentes de la heroica ocupación de Atlántida, y la anulación de los procesos a los 2.800 luchadores.


8) La campaña por Barraza, Gil y Raineri debe transformarse en una cruzada democrática y obrera nacional e internacional. Debe servirnos para fortalecer las relaciones partidarias con los elementos democráticos de todas las capas de la población.