Políticas

21/4/2016|1407

Respuesta a una crítica


En Prensa Obrera N˚ 1.405 publicamos un artículo sobre el posible cierre de la mina Veladero, ubicada en el norte de la provincia de San Juan.


 


Diego Rojas nos critica por no pronunciarnos por el cierre de la mina, y afirma: “No hay forma de una megaminería a cielo abierto no contaminante, sea bajo control obrero o burgués”.


Lo curioso es que, en su crítica, Diego Rojas cita un trabajo de Javier Rodríguez Pardo, miembro de las Asambleas críticas de la minería, aparecido en 2007 en una publicación auspiciada por el Inti, que concluye: “Posiblemente con otra legislación, en otra escala y con un método extractivo -aún por descubrir- ecológicamente apto para obtener minerales de ley cada vez más baja, será posible una minería sustentable, que no deje como saldo un país depredado”. El mismo autor advierte que “la existencia de recursos minerales con un cierto grado de concentración natural en el planeta ha sufrido una disminución cuantitativa y cualitativa de inmensa magnitud”. Y agrega: “Los minerales remanentes se encuentran en estado de diseminación en la naturaleza y en partículas ínfimas dispersas en las rocas montañosas, razón por la cual es imposible extraerlos por los métodos y tecnologías de la minería tradicional”.


 


A menos que supongamos que la humanidad pueda desenvolverse sin metales, los “métodos y tecnologías de la minería tradicional” ya no podrán satisfacer las necesidades humanas. El “pico que busca el filón minero” que cita Rojas ya fue.


 


Eso no quiere decir que no haya megaemprendimientos mineros de tipo galería o subterráneos. En Chile, líder de la región, se calcula que hay diez mil kilómetros de galerías bajo tierra que es el método alternativo a la minería a cielo abierto. También en Argentina hay megaemprendimientos subterráneos, en Catamarca, San Juan y Santa Cruz.


 


Los accidentes y las pérdidas de vidas de trabajadores por las explosiones o derrumbes en ese tipo de minería son constantes, especialmente en las minas de carbón pero también hay accidentes y derrumbes en la minería metalífera chilena con decenas de muertes anuales.


 


Existe también una gran confusión acerca del uso del cianuro en la extracción de oro y plata, pues su uso no depende de que la mina sea a cielo abierto o subterránea. En ambos casos las minas usan cianuro para separar el metal de la roca, tal como ocurre hoy día en Argentina en las minas subterráneas.


 


Lucro capitalista


 


Lo que nosotros denunciamos es que la explotación minera en manos de los pulpos internacionales, orientada a maximizar beneficios capitalistas, depreda el medio ambiente y saquea a los pueblos.


 


Esta conducta es más alevosa en una industria altamente monopolizada a nivel mundial, que extrae superbeneficios rentísticos que promueven la corrupción y la entrega en las naciones semicoloniales, donde se encuentran gran parte de los yacimientos. En un ciclo de retroceso de los precios internacionales, donde los pulpos presionan para bajar los costos incrementando los riesgos de agresiones ambientales y accidentes laborales, la tendencia a la depredación ambiental y laboral es aún mayor, como lo denunciamos en Prensa Obrera (agosto 2013).


 


Lo que la crítica ni considera es la posición y la intervención de los trabajadores mineros, que debería ser una de las principales preocupaciones del partido. Tengamos presente que los trabajadores de Veladero protagonizaron hace unos años un vigoroso proceso de organización independiente y combativo que fue duramente reprimido por la patronal, con la complicidad de la Aoma y el gobierno sanjuanino.


 


La intención del artículo es orientar a los trabajadores de esa mina, corazón del proletariado sanjuanino, a tomar una posición independiente de su patronal en la defensa de su fuente de trabajo, no confrontar con los asambleístas que reclaman su cierre sino abrir una deliberación popular para una salida transicional que, atacando a los pulpos y a los gobiernos cómplices, permita mantener la fuente de trabajo sin dañar el medio ambiente. Tengamos en cuenta que las comunidades aledañas a la mina están divididas, y un sector del departamento de Iglesia (Tudcum, Rodeo) apoya la continuidad de Veladero para mantener la fuente de trabajo, obviamente bajo una intensa presión de la patronal y sus punteros.


 


Finalmente, no es lo mismo la denuncia de una minera que está por instalarse, y la lucha para impedir que lo haga, a conciencia de que va a depredar el medio ambiente, saquear los recursos y no dejar literalmente nada que un yacimiento en funcionamiento con sus miles de trabajadores mineros.