El sábado 4 de julio se realizó en la sede de la Unión Ferroviaria de Victoria una reunión convocada por el sindicato ceramista de Neuquén. Asistieron delegados de media docena de empresas, aunque casi en su totalidad a título individual. El propósito de los convocantes era lanzar una campaña “por el desprocesamiento de todos los luchadores, por la libertad de los presos políticos y en defensa de las libertades democráticas”. La crisis política desatada por el choque entre la patronal sojera y el gobierno era, si no soslayada, al menos relegada como “telón de fondo”. El comunicado surgido de la reunión se mantiene en este enfoque.

Sólo tres delegaciones introdujeron el tema de la crisis política. José “Güeso” Sayazo, del Polo Obrero de San Fernando, llevó la invitación a concurrir a la movilización y acampe convocada por casi 20 organizaciones piqueteras para el 7 de julio en Plaza de Mayo, bajo la consigna “Ni con el gobierno de los monopolios, ni con los monopolios del campo”.

Daniel Sierra, secretario adjunto de Suteba General Sarmiento, planteó la necesidad de un pronunciamiento y destacó el valor político de la iniciativa piquetera. Gustavo Lerer, de la Junta Interna del Garrahan, reforzó la invitación a Plaza de Mayo y llamó a los presentes a coincidir en ella con un planteamiento común.

Con excepción de un delegado de TBA del Mitre, que se pronunció claramente en contra de este debate, el resto de los asistentes recibió el planteo con indiferencia.

La reunión dejó al desnudo una vez más el carácter conservador del PTS, que desestima, empezando por Zanón, abrir un debate político. Según ellos, la crisis política es “el marco” en el cual la clase obrera debe salir a luchar, por ejemplo, por el salario, pero sin tomar posición política. La cuestión de la propiedad agraria debe ser objeto, para los petesianos, del estudio de “especialistas” y otros plumíferos, no un factor para elevar la conciencia de clase. Impulsores de las “retenciones diferenciadas” (¡Kirchner lo hizo!) son macizos opositores a la intervención política de los trabajadores.