Existe una fuerte campaña mediática dirigida a mostrar que el electorado “no saca los pies del plato” a la hora de votar. Se pretende que si no se pueden negar los perjuicios catastróficos de la crisis capitalista sobre los trabajadores, esto no se manifiesta en el plano electoral. En suma, que el ‘paquete’ del régimen actual está bien amarrado.

Carlos Reutemann es el que goza ahora de los beneficios de esta campaña. Las encuestas le dan como 20 puntos de ventaja sobre Usandizaga. No se dice, sin embargo, que Reutemann nunca pudo triunfar en Santa Fé por sí mismo; que Usandizaga sacó más votos en el pasado; que Reutemann fue elegido gracias a la ley de lemas, que permite sumar a las distintos sublemas de cada partido o lista.

Esta vez no solamente ocurre lo mismo. De acuerdo con una reciente encuesta, el 45,5% del electorado santafesino declaró que no iría a votar si el voto no fuese obligatorio y un 26,3% dijo que, de todos modos, no lo hará porque “no confía en las propuestas de los candidatos” (La Nación, 29/7). En otra encuesta, el desinterés por las elecciones (y por el publicitado Reutemann), llegó al extremo de que entre los jóvenes de 18 a 30 años, apenas el 8,38% sabía que habrá elecciones en Santa Fé el domingo que viene. En favor de los políticos opinó a favor el 5%.

La indiferencia del electorado y hasta su vivo desprecio por la política oficial no quieren decir que se esté en camino de superar a los políticos patronales. Pero al menos barre con la campaña que quiere que Reutemann sea considerado nada menos que una estrella popular.