Políticas

28/10/1993|405

Reutemann sin mandato

La “victoria” electoral del PJ no puede esconder que el “Reutemismo” salió maltrecho, con un diputado nacional menos y un resultado catastrófico en Rosario, donde perdió las elecciones a diputados y a concejales. (El sublema de Reutemann apenas metió uno de los siete concejales del PJ).


Si estas elecciones no se transformaron en un desastre provincial para el gobierno es por la política de la oposición (UCR, HTE y PDP), que apareció prácticamente sin diferenciación de las posiciones del oficialismo.


La UCR unificó a todas sus expresiones detrás de su candidato más derechista (Usandizaga).


La lista de diputados por HTE —Honestidad, Trabajo y Eficiencia (PSP e independientes)— (que perdió cerca de 100.000 votos) fue encabezada por el cantante Llopis, ubicado junto a Cavallero, intendente de Rosario, en la línea del PSP que se orienta a un mayor acuerdo con el menemismo.


HTE realizó una muy buena elección para concejales en Rosario, donde ganó a través del sublema encabezado por Binner, de los “históricos”. El sublema apoyado por Cavallero (de la menemista Rita Colli) fue completamente marginal.


NIngún sector presentó una batalla política y una alternativa opositora claras. El descontento tomó el camino del voto en blanco (12-13% – 200.000 votos).


Contradiciendo los “éxitos” que se arrogan  Reutemann en la provincia y Cavallero en Rosario, se ha planteado una situación aún más contradictoria para ambas administraciones, cuyas corrientes internas salieron maltrechas de las elecciones y que tienen planteados planes de “ajuste” y  privatizaciones (aumento del boleto, pacto fiscal, etc.).


Las derrotas de Cavallero y de Reutemann dejaron latentes sendas crisis de gabinete.


A la huelga de los hospitales (ver nota en pág. 9) se puede sumar próximamente el Banco provincial y la movilización de los docentes y jubilados provinciales.


La resolución de estas luchas es de enorme importancia para el gobierno, pues de ello depende en gran medida que pueda hacer efectivo el plan de “ajuste” previsto y exigido por Menem-Cavallo y los capitalistas de la provincia mediante el pacto fiscal.


Luego del 3, Reutemann no ha reunido las condiciones para ejecutar esta política. Este “plan” sólo puede prosperar con la colaboración de la oposición (UCR, HTE), política que ya pusieron de manifiesto con sus planteos de “sacar un pacto fiscal consensuado”.


Las luchas de los trabajadores provinciales, la impresionante huelga de los hospitales, es la valla a los  planes antiobreros del gobierno. Reforzarla es hoy la tarea planteada.