Políticas

16/6/2016|1415

Río Cuarto: un resultado que activó la alarma

Las elecciones de Río Cuarto arrojaron un resultado que merece la atención de la izquierda. Los porcentajes de votos que lograron los partidos que integran el FIT no superan la marginalidad


Las elecciones de Río Cuarto arrojaron un resultado que merece la atención de la izquierda. Los porcentajes de votos que lograron los partidos que integran el FIT no superan la marginalidad. En ese sentido, podría señalarse que el frenazo electoral de octubre pasado aún se mantiene, ya que los votos de ambas listas sumados repiten la votación de las Paso (la diferencia sería menor a los 100 votos). Pero si se tiene en cuenta que Cambiemos sufrió un retroceso enorme, perdiendo la intendencia luego de que Macri superara en el balotaje el 70% de los votos, hay que concluir que el resultado no habla de un estancamiento, sino de un retroceso.


 


El PTS explica el resultado por la polarización que se dio entre los candidatos de UCR-PRO y el PJ. Pero es claro que estamos frente a una falacia. Se ofrece como explicación aquello que debe ser explicado. El desprestigio de la gestión radical municipal, sumado a los efectos del ajuste macrista a nivel nacional, sentaban las bases para un crecimiento de la izquierda. Sin embargo, no es lo que ocurrió. Que a pesar de ello, el PTS califique su 1,6% como una “muy buena elección”, sólo porque superó a la lista del PO, habla a las claras que el sectarismo es incompatible con el análisis objetivo de los hechos.


 


Que no hubo tal polarización lo prueba el resultado obtenido por el Partido Respeto, que postuló a Pablo Carrizo. Este fue la gran sorpresa de la elección: orilló el 10% de los votos y logró dos bancas en el Concejo Deliberante. Carrizo, que ante la carencia de personería se presentó con la del MST, tiene su red de apoyo en ONGs. Su campaña se basó en la realización de trabajos comunitarios, del tipo de pintar escuelas o plazas. Desarrolló con mayor efectividad que el PTS consignas como que “el concejal gane como una maestra”, y contra “la casta política”, mostrando que los programas democratizantes son antes que nada un instrumento para bloquear a la izquierda revolucionaria.


 


El frenazo del FIT


 


Sería un error no reconocer en el ascenso de un grupo como “Respeto” un peligro para todo el Frente de Izquierda, con la excusa de que estamos ante una experiencia local. Como ya señalamos en el balance de las elecciones de octubre de 2015, el frenazo del Frente de Izquierda le da nuevas oportunidades al centroizquierdismo, sin importar aquí su real consistencia política.


 


La presentación en Río Cuarto en listas separadas no es la causa de la crisis del FIT, sino su consecuencia. Luego de las elecciones de 2015 el PTS no sólo ha reafirmado su política de usurpación de bancas en el Congreso y las legislaturas, armando bloques propios del “PTS”. Además dividió el acto del 1º de Mayo en todo el país, a la postre el único acto que el FIT realizaba durante el año. Esta profundización de la orientación autoproclamatoria fue de la mano de un seguidismo creciente al kirchnerismo-camporismo, y a las expresiones nacionales y populares de América Latina.


 


Llamamos a debatir a fondo el balance de Río Cuarto. Nuestra conclusión es que el Frente de Izquierda debe desarrollarse como un frente único de clase contra el gobierno y los partidos capitalistas -es decir, de manera claramente demarcada de todas las expresiones defensoras del capital. El Partido Obrero abocará todos sus esfuerzos a esta política.