Políticas

1/7/2019

Río Negro: balance de las elecciones municipales

El pasado 23 de abril en Río Negro se desarrollaron varias elecciones municipales, 15 en total, algunas de mucho “peso político”, además de las 34 comisiones de fomento.


El partido del oficialismo provincial, Juntos Somos Río Negro (JSRN), ganó la mayoría de los municipios en juego, pero los radicales retuvieron el control en algunos distritos (Los Menucos y Comallo) y los peronistas en otros (General Godoy y General Roca, donde María Elena Soria obtuvo el 60% de los votos). El “efecto Pichetto” no sumó votos para Cambiemos. Pese a la incorporación del rionegrino en la fórmula presidencial, esta fuerza perdió en el único municipio que gobernaba en la provincia (Cipolletti).


Los resultados que obtuvieron los partidos patronales en las elecciones municipales (en estas y en las otras seis ya realizadas), unidos o separados según cada localidad,  arrojan la conclusión de que, pese a la crisis que vive la provincia, aún conservan un dominio político. Esto obedece, en parte, a un gran aparato clientelar, y en parte a que los partidos patronales han logrado instalar entre los trabajadores la idea de que una salida a la crisis exige mancomunar esfuerzos con las oligarquías locales. En el caso de Roca, el PJ se ha despegado demagógicamente del ajuste del macrismo y ha posado de opositor a él, pese a que ha sido garante de las políticas de ajuste. La contención de la burocracia sindical y el despliegue del aparato clerical también han contribuido a estos resultados.


La elección del Frente de Izquierda


El FIT se presentó en los municipios de General Roca, General Godoy (donde contamos con un concejal, electo en las complementarias de 2017) y Cipolletti. Al igual que en la elección provincial de abril, en la que sacamos un 2,8% a gobernador y un 3% a diputados provinciales, el FIT realizó una elección modesta.


En General Roca, donde se reeligió el peronismo y donde se realizó una gran campaña militante, con recorridas en las barrios periféricos de la ciudad, compartiendo la agenda de la clase obrera y denunciando a los partidos garantes del FMI en la ciudad, el FIT alcanzó el 1,79% para Ejecutivo y un poco más en concejales y tribunales. Beto Castro e Ivanna Albornoz fueron nuestros candidatos. 


En General Godoy, donde el autoritario y patotero intendente Luis Ivancich, del PJ-FPV, fue re reelegido, el FIT-PO, que por primera vez en la historia presentó una lista completa con candidato a intendente, concejales y tribunales de cuentas, sacó el 1,79% de los votos para intendente, subiendo a 3,5% para concejales y tribunales. Más allá de que se produjo una gran polarización entre el PJ-FPV y un frente entre Juntos Somos Río Negro y un sector disidente del peronismo y el radicalismo,  se realizó una campaña de delimitación y clarificación de cara la clase obrera y los sectores populares, frente a los aparatos patronales-clientelares actuantes. Se logró agrupar y colocar a jóvenes trabajadores y trabajadoras como voceros, detrás de un programa obrero y socialista. En las elecciones de 2017 conquistamos un concejal en las elecciones complementarias, pero se trató de una elección donde sólo se presentaron dos listas (el PO y el PJ).


Por último, en Cipolletti, donde el FIT conquistó el 2,9% de los votos y donde Cambiemos perdió el único municipio que gobernaba, nuestra fuerza realizó una importante campaña de cara a los trabajadores, la juventud y las mujeres en lucha. Este último sector, en los últimos meses, ha convulsionado la ciudad, con movilizaciones pro aborto legal masivas. El PO y el Plenario de Trabajadoras, de la mano de nuestras candidatas, como Leticia Ávila (candidata a concejala), logró instalar importantes debates hacia adentro del movimiento de la mujer. 


A la izquierda se le presenta un escenario para intervenir marcado por una agudización de la crisis capitalista. Planteamos la necesidad de un paro de 36 hs y un plan de lucha para quebrar el ajuste. De cara a las elecciones de diputados nacionales, saldremos a batallar para denunciar a los candidatos del FMI y oponerles una salida política de los trabajadores con el Frente de Izquierda-Unidad.