RIO NEGRO-NEUQUEN | La burocracia kirchnerista contra los trabajadores del empaque

Debemos hacer un balance

Después de doce días de paro y ocupación de los principales galpones de empaque, con una movilización en el medio de 6.000 compañeros en Roca que rechazó la conciliación obligatoria y votó continuar la lucha por el 35 por ciento de aumento al básico y a la productividad y el desdoblamiento de las paritarias, las medidas fueron levantadas. En un plenario de delegados realizado el domingo 25, la burocracia logró imponer la aceptación del laudo ministerial y el levantamiento de las medidas de fuerza.
Se trató de un verdadero “operativo conjunto” de las patronales, la burocracia y el gobierno.

Desde el primer momento, la burocracia y la Cafi (la cámara patronal) habían aceptado la “invitación” del Ministerio de Trabajo a discutir las paritarias en Buenos Aires para sustraerlas de la presión de los trabajadores. El descontento de las bases y las primeras movilizaciones obligaron a la burocracia a “echar lastre” y convocar plenarios de delegados… ¡por primera vez en 19 años!

El primero de ellos – con alrededor de 70 delegados- los mandató a reclamar un 45/50% de aumento. En Buenos Aires, los paritarios burocráticos bajaron el reclamo al 35% (sin consulta alguna a los trabajadores).

Un nuevo plenario de delegados, más numeroso, vapuleó a la burocracia por esta agachada, votó no “bajarse ni un centavo más” del 35 por ciento y votó el regreso de las paritarias a Roca, prohibiendo de hecho a los paritarios viajar a Buenos Aires. Ante la inminencia de la conciliación obligatoria, reclamada a gritos por todo el arco patronal (la Cafi, los funcionarios políticos, los medios de comunicación, etc.), el plenario de delegados votó el rechazo y convocó a la gran marcha a Roca.

El Ministerio declaró ilegal el paro y decretó la conciliación obligatoria, obteniendo como respuesta la multitudinaria movilización del gremio y una radicalización del movimiento (nuevas tomas de galpones, cortes de ruta, etc.).

Desde Buenos Aires bajó el director nacional de Negociaciones Colectivas del Ministerio de Trabajo, Adrián Cuneto, con la misión de imponer el laudo. El viernes 23 se reunió en secreto con los empresarios y el sindicato. Todo indica que allí se terminó de anudar la maniobra para levantar la lucha.

Desde ese momento arreciaron las declaraciones de funcionarios provinciales y nacionales que acusaban a los trabajadores en lucha de todos los males de la humanidad.

La patronal comenzó una escalada de provocaciones (arrojar camionadas de fruta en la ruta y en las entradas de los galpones, enviar intimaciones y telegramas de despido). Como “experiencia piloto” en Tres Ases (Cipolletti), solicitó el desalojo de los huelguistas con la Guardia de Infantería.

La burocracia del sindicato -la oficialista de López y la “opositora” de la Lista Naranja- recorrieron galpones para convencer a los compañeros de levantar las medidas y aceptar el laudo. Aseguraban que “Tomada prometió un 30 por ciento, el pago de los días caídos y nuevas paritarias en julio”.

Las “consultas” se fueron transformando en aprietes y amenazas: “Es el laudo o la represión”… “los demás galpones ya aceptaron, faltan ustedes nada más”…, etc.

Con todas estas maniobras lograron imponer, en una votación muy dividida, el laudo del Ministerio.

No se había secado aún la tinta del “acuerdo” cuando comenzó a salir a la luz la envergadura de la entregada.

“El Ministerio sólo laudará sobre salario y productividad; el pago de los salarios caídos y el desdoblamiento de las paritarias no serán abordados”, declaró Tomada.

“Acá no se habló de cifras. Hay una solicitud del gremio y una oferta patronal. Ambas serán consideradas por el juez del laudo (aún sin designar) sin ningún tipo de presión”, declaró el senador Pichetto, otro de los operadores del gobierno en el conflicto (la lista de López fue apoyada por Pichetto en las pasadas elecciones del gremio).

Todo parece indicar que el aumento final estará a lo sumo un par de puntos por encima del 21% laudado para Uatre (rurales) o el 23% laudado para el Hielo. Un aumento mayor, arrancado por la lucha obrera, les marcaría la cancha de cara a las paritarias de docentes y estatales en marzo; y abriría una crisis descomunal en rurales y el Hielo, cuyas burocracias, severamente cuestionadas, aceptaron porcentajes menores.

Los trabajadores de la fruta debemos sacar un balance correcto de este conflicto. Después de 20 años salimos a luchar por nuestro salario, nos organizamos galpón por galpón, dimos una pelea muy importante pasando por arriba de la dirección del sindicato y manteniendo un paro por doce días. A pesar de nuestros dirigentes, rechazamos la conciliación obligatoria – un arma del Estado para frenar las luchas de los trabajadores- e impusimos que las paritarias se realizaran en el Valle. Destrozamos el plan original de la patronal, el gobierno y la burocracia de negarnos un aumento a cambio de “mantener las fuentes de trabajo” y dimos un ejemplo de cómo luchamos los trabajadores para conseguir lo que nos merecemos.

Pero también quedaron en claro los límites de esta lucha. Sobraron voluntad de lucha, combatividad y ganas. Faltó una dirección dispuesta a llevar la lucha a la victoria.

Para construirla debemos sacar a estos burócratas traidores de nuestro sindicato y poner en pie una nueva conducción que nuclee a los compañeros más honestos y luchadores; una conducción que pelee al lado de los trabajadores y no en nuestra contra. Esa es la tarea del momento.

Agrupación “Obreros en Lucha” de Trabajadores de la Fruta