Políticas

10/3/2016|1402

Río Negro: una pieza clave del pacto buitre


El gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck, logró canalizar, a mediados del año pasado, el rechazo regional al gobierno kirchnerista por la crisis de la industria frutícola. Derrotó en la elección provincial al FpV -por un amplio margen- con un improvisado partido local estructurado en base a la caja estatal. Del coqueteo con Sergio Massa supo desmarcarse cuando el “presidenciable” se hundía en las encuestas. Y pasó, con posterioridad a las internas de agosto, al apoyo explícito a la candidatura de Scioli, que aseguraba el precio sostén del barril criollo en las cumbres de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi). Por eso, la asunción de Macri encontró a Weretilneck en el campo de la “resistencia”. Se negaba, decía, a “arrodillarse ante el gobierno nacional”.


 


Un trimestre de macrismo bastó, sin embargo, para que el gobernador rionegrino emprendiera una nueva voltereta política.


 


Un canje buitre


 


Sucede que la provincia atraviesa una profunda crisis fiscal. El presupuesto provincial, aprobado en diciembre pasado, estipula un déficit de 900 millones de pesos y vencimientos de deuda por otros 950 millones. Según el propio gobernador la provincia perderá 400 millones por las modificaciones en ganancias y otros tantos por la baja del Fondo Sojero, ante la reducción de retenciones.


 


Este año, a diferencia del pasado, Weretilneck no podrá acudir a fondos que provengan de renegociaciones de contratos petroleros para el auxilio provincial. El mismísimo gobernador fue elocuente en el discurso inaugural de las sesiones legislativas, cuando habló de “incertidumbre financiera” para referirse a la situación económica de la provincia.


 


Son estos los motivos de fondo que llevaron al acercamiento de Weretilneck al presidente Macri. Por eso, el gobernador rionegrino saludó en Bariloche, en presencia del Presidente, el acuerdo con los fondos buitre y el “regreso al mundo” de la Argentina. Al igual que el resto de los gobernadores, Weretilneck ve en el pacto con los buitres la llave para su propio rescate financiero. Y por ese mismo motivo no asistió ala reunión de gobernadores del FpV,que al igual que Río Negro reclaman la restitución del 15% de los impuestos coparticipables retenidos por Nación.


 


El gobierno de Weretilneck optó por dar señales claras de su colaboración política con la línea oficial. Por eso ha bendecido junto a Macri el nacimiento de Frontec, la compañía que surge del acuerdo entre Invap -la empresa rionegrina de tecnología compleja- y el grupo Grobocopatel, para vender servicios satelitales de estudio del suelo y los cultivos. Invap ha cerrado también un memorándum de entendimiento con la empresa francesa Areva, para participar conjuntamente de una licitación de reactores en Sudáfrica. La presencia de Barack Obama en Bariloche, el próximo 24, será el bautismo del acuerdo que se teje entre Invap y la Nasa. Weretilneck y Macri han colocado a la principal empresa estatal rionegrina al servicio del “rey de la soja” y el imperialismo, poniéndola en la mesa de negociaciones del pacto colonial con los buitres.


 


Una crisis social emergente


 


El gobernador ha saludado las medidas económicas tomadas por el macrismo. Es que los grandes monopolios frutícolas y exportadores se beneficiaron con la devaluación y la eliminación de las retenciones. Esas medidas le permitieron sostener sus ganancias, a pesar de la caída de las exportaciones. Pero de ninguna manera han dado una salida a la crisis de los pequeños productores, que no tienen acceso a la exportación y son expoliados por los grandes monopolios. Peor aún se la ven los obreros rurales, del empaque y del frío. Las burocracias sindicales de Uatre, SOEFRNYN y STHIMPRA, le han prestado un servicio excepcional a las patronales, que han realizado centenares de despidos, acelerado los ritmos de producción e impuesto paritarias a la baja.


 


La provincia se ve azotada también por la crisis de la industria petrolera y minera. El acuerdo firmado por el sindicato petrolero hace agua por todos lados y se multiplican los despidos, las suspensiones y las jubilaciones forzosas. Se acaban de evitar 200 despidos en la minera MCC, en Sierra Grande, gracias a la respuesta obrera. Pero la complacencia del gobierno con la patronal minera china le costará al fisco provincial otros 44 millones de pesos. Finalmente, las paritarias docente y estatal han cerrado con acuerdos ruinosos, que se agravan con el ingreso de miles de estatales a pagar ganancias. Las burocracias kirchneristas de Unter (docentes) y UPCN le han hecho flaco favor al gobernador devenido a macrista.


 


En este escenario, la campaña hacia el 24 de Marzo próximo y la movilización recobran un valor especial. Es necesaria una intensa agitación política denunciando el “pacto buitre” y la llegada de Obama a la provincia, y el papel colaboracionista de la burocracia de los sindicatos con el ajuste en marcha. La impunidad reinante, que en la provincia se anota decenas de casos, deberá ser, naturalmente, otra denuncia clave.