Políticas

22/1/2009|1070

Riquísimos yacimientos de gas en las costas de Gaza

Las razones de una masacre

La Franja de Gaza es un campo de concentración donde se hacina una población condenada a una miseria infinita. Antes de que comenzara la ofensiva, el 98% de los comercios e industrias de la Franja habían cerrado, por falta de insumos o de clientes.

Sin embargo, pese a la miseria reinante -consecuencia del bloqueo israelí sostenido por Egipto- Gaza es potencialmente rica. Hace una década, British Gas descubrió un riquísimo yacimiento de gas en las afueras de las costas de Gaza, que podría tener hasta 1,2 trillones de metros cúbicos de gas, valuados (a los precios de la época) en 4.000 millones de dólares. Según el británico Foreign Office, el yacimiento es el activo palestino más valioso” (Information Clearing House, 7/1).

Israel (que controla el espacio marítimo de Gaza) y la Autoridad Palestina (propietaria del yacimiento) entraron en tratativas con British Gas para la explotación del yacimiento. El gas extraído del yacimiento marítimo sería destinado exclusivamente al consumo israelí sin pasar por Gaza, ya que se construiría un gasoducto submarino que desembocaría directamente en la ciudad israelí de Ashkelon; abastecería hasta el 10% de las necesidades energéticas de Israel, a la mitad del precio del gas que ahora importa desde Egipto.

La Autoridad Palestina recibiría el 10% de los beneficios; el resto se lo repartirían israelíes, británicos y norteamericanos. El contrato leonino establecido por la Autoridad Palestina con Israel y British Gas deja en claro la ilusión de la dirección de Al Fatah de que la promoción de negocios comunes con los enemigos del pueblo palestino abrirán la vía para el establecimiento de un Estado palestino. Recientemente, Salam Fayyad, primer ministro de la Autoridad Palestina, afirmó que “el desarrollo económico (…) mediante las inversiones privadas (…) es crítico para el éxito de nuestro proyecto de construcción estatal”.

Hamas rechazó el trato calificándolo de “robo”: “No es razonable que el propietario del gas, Palestina, reciba sólo el 10%”, declaró un funcionario del primer ministro Haniya. El mismo funcionario agregó que “el gobierno no tiene problemas en cooperar con la empresa británica pero sólo luego de modificar algunos puntos del contrato” (Jerusalem Post, 5/7/07).

Luego de que Hamas derrotara el intento de Fatah de desplazarla de Gaza, Israel desechó comprar el gas palestino para no favorecer a Hamas. British Gas continuó operando el yacimiento (paralelamente a los yacimientos que se encuentran en el mar territorial egipcio). Habiendo rechazado el gas palestino, Israel dependía enteramente de sus propios yacimientos (a punto de agotarse) y de las importaciones egipcias. Entonces llegó la guerra contra Gaza.

Con fecha 20 de enero, después de la declaración unilateral de “cese del fuego”, el Financial Times informa que la compañía norteamericana Noble Energy ha descubierto un enorme yacimiento gasífero en las aguas costeras del norte de Israel. El yacimiento permitiría al Estado sionista abastecerse por muchos años. El londinense FT se lamenta porque la British Gas se perdió el negocio y ahora deberá venderle el gas palestino a Egipto, “un prospecto mucho menos lucrativo”.

Antes a Israel; ahora a Egipto. El gas palestino sigue sin llegar a Gaza. El pueblo palestino seguirá en la miseria.