Romero también mete un tarifazo
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Los salteños sufrirán un aumento del 32% en las boletas del agua de agosto próximo. A este aumento hay que agregarle el aumento del 20% autorizado en 2002, después de la devaluación, lo que lleva a que el aumento ronde un 58% en total.
El argumento es la necesidad de mejorar y extender el servido. Aseguran que todo el incremento se invertirá en obras.
Pero la empresa del agua el año pasado facturó 45 millones de pesos. Con la renegociación del contrato recibe este tarifazo y otra serie de ventajas. De un plan original de inversiones de 63 millones de dólares (para los años 2004/6), pasa ahora a invertir 78 millones de pesos, pero para el 2004/9; o sea la cuarta parte. Sólo usará medio millón para cloacas; el resto lo hace la provincia con créditos del Banco Mundial y el BID, ya que para la empresa es poco rentable realizar este tipo de obras. El Estado financiará también el 50% de la instalación de medidores.
La empresa está facturando lo que el Estado había invertido antes de la privatización; extendió la concesión de 42 a 91 localidades con el mismo método. Incluso despidió a trabajadores de una asociación de usuarios que prestaba el servido en Mosconi.
El servido pésimo del agua determinó que en Coronel Moldes todo el pueblo se convocara en asambleas populares.
El ministro y el presidente del ente regulador, defienden la privatización y justifican el aumento de tarifas, como si fueran gerentes de la empresa, de la cual Romero es el principal accionista.
El Partido Obrero llamó a los trabajadores y vecinos a organizarse en asambleas barriales para detener el tarifazo, manejar la instalación de medidores, exigir que la empresa abra sus libros y realice todas las inversiones comprometidas bajo el control de los trabajadores.