Políticas

24/7/2004|861

Romero también mete un tarifazo

Los salteños sufrirán un aumento del 32% en las boletas del agua de agosto próximo. A este aumento hay que agregarle el aumento del 20% autorizado en 2002, después de la devaluación, lo que lleva a que el aumento ronde un 58% en total.


El argumento es la necesidad de mejorar y extender el servido. Ase­guran que todo el incremento se in­vertirá en obras.


Pero la empresa del agua el año pasado facturó 45 millones de pesos. Con la renegociación del contrato recibe este tarifazo y otra serie de ventajas. De un plan origi­nal de inversiones de 63 millones de dólares (para los años 2004/6), pasa ahora a invertir 78 millones de pesos, pero para el 2004/9; o sea la cuarta parte. Sólo usará medio millón para cloacas; el resto lo ha­ce la provincia con créditos del Banco Mundial y el BID, ya que para la empresa es poco rentable realizar este tipo de obras. El Es­tado financiará también el 50% de la instalación de medidores.


La empresa está facturando lo que el Estado había invertido antes de la privatización; extendió la con­cesión de 42 a 91 localidades con el mismo método. Incluso despidió a trabajadores de una asociación de usuarios que prestaba el servido en Mosconi.


El servido pésimo del agua de­terminó que en Coronel Moldes todo el pueblo se convocara en asambleas populares.


El ministro y el presidente del ente regulador, defienden la privati­zación y justifican el aumento de ta­rifas, como si fueran gerentes de la empresa, de la cual Romero es el principal accionista.


El Partido Obrero llamó a los trabajadores y vecinos a organizar­se en asambleas barriales para detener el tarifazo, manejar la instala­ción de medidores, exigir que la em­presa abra sus libros y realice todas las inversiones comprometidas bajo el control de los trabajadores.