Políticas

18/3/2015|1355

Romero y Urtubey: cinismo a dos bandas

diputado provincial y candidato a Gobernador


En sendas conferencias de prensa, los candidatos del régimen inauguraron la semana. Uno presentando un “plan” ante el colapso del abastecimiento eléctrico en el Norte y el otro lanzando la inscripción masiva para un plan de 25.000 viviendas…


 


Banda 1


 


Una banda, la de Romero se encuentra evadiendo la justicia desde hace cuatro años, cuando lo denuncié en los casos de compras de tierras para vivienda con sobreprecios millonarios. Al mismo tiempo, había sido denunciado por apropiarse de 90 hectáreas de la Ciénaga que habían sido compradas con el mismo fin.


 


Ahora anuncia que construirá 25.000 viviendas de acceso universal en cuatro años.


 


Debiera empezar por devolver las 90 hectáreas y también los millones que pagó a inmobiliarias amigas.


 


En los doce años de su gobierno, Romero encabezó una verdadera “asociación ilícita” para realizar operaciones inmobiliarias fraudulentas. Así lo califico el fiscal Barrionuevo cuando promovió acción penal a partir de mis denuncias. Pero, además de la corrupción, su gobierno fue un defensor y promotor de la especulación inmobiliaria, que al llevar los precios por las nubes, impide al acceso a la vivienda propia a la mayoría.


 


El “plan” es una estafa por donde se lo mire, no tiene ni terrenos ni financiamiento. Dice que va a fundar un Banco Hipotecario para la Vivienda tomando como base el 8% del presupuesto actual. ¿Pensará reducir el plan normal de obras públicas o el presupuesto de salud, acaso? La verdad es que en su gobierno se privatizó el Banco Provincial, el único que podía establecer una política de créditos blandos para vivienda y que Urtubey acaba de prorrogar, con los votos de los legisladores romeristas para que siga esquilmando con tasas usureras a los salteños. El contrato con el Macro se extendió hasta 2027.


 


Como planteamos desde el Partido Obrero, un plan intensivo de obra pública y vivienda debe financiarse haciendo que las grandes propiedades rurales paguen impuestos de acuerdo a su valor real y no 20 veces menos como ahora ocurre y que la producción primaria que exporta cientos de millones de dólares comience a pagar impuestos al menos en el mismo porcentaje que paga un pequeño comerciante. A eso hay que agregar la reserva del 40% del suelo urbano para poder garantizar terrenos para urbanización y viviendas populares.


 


Banda 2


 


En la otra banda cínica está Urtubey, que anuncia, ante la emergencia en el Norte, que va a denunciar a la compañía Transnoa por “incumplimiento de sus obligaciones”… El primero que no cumplió con sus obligaciones y ha sido cómplice absoluto de Transnoa y de su vaciamiento, es el propio gobernador-candidato. Desde el PO en cambio lideramos junto a los trabajadores de Transnoa la denuncia de ese vaciamiento, anticipamos que el sistema iba a colapsar por falta de mantenimiento, reclamamos la intervención (con proyectos aprobados en la Cámara de Diputados) del Ente Regulador de Energía a nivel nacional y del local. Hace ya tres años largos…


 


En los ’90, Romero y Urtubey fueron los privatizadores de Edesa y Transnoa, sus gobiernos han sido cómplices del vaciamiento, sólo el PO enfrentó aquel proceso. Sólo nosotros tenemos las manos libres para exigir todas las inversiones pendientes, para auditar las cuentas de estas compañías y plantear la recuperación de la prestación del servicio por administración, reduciendo sobrecostos para garantizar tarifas accesibles y un servicio eficaz. En la misma línea, estamos exigiendo la indemnización del 100% de los daños a los usuarios.


 


Romero y Urtubey compiten en impostura y pretenden que detrás de estas mentiras el pueblo deba elegir entre ellos dos. La realidad es implacable y los pone a ambos del lado de los responsables del enorme déficit de vivienda y del colapso del abastecimiento de electricidad y también del agua potable en todo el norte.


 


Desde el PO ofrecemos un programa de salida que opone las reivindicaciones elementales de la población al intento de continuismo de este régimen descompuesto.