Políticas

21/11/1995|474

Rompen la posibilidad de un frente de izquierda

La ‘jornada’ convocada para el lunes 20 provocó la ruptura faccional del Foro Sindical, un agrupamiento dirigido por el PC, el Ptp y Patria Libre, que contaba con el apoyo activo, es decir servil, del Mst. La piedra del desacuerdo fue el ‘reingreso’ del Ptp a la Mesa de Enlace con el CTA y el MTA, luego de que fuera ignorado en ocasión del ‘cese’ del pasado 6 de setiembre, sin el acompañamiento de un dirigente del PC.


El periódico del PC encubrió el carácter sin principios de esta escisión como un asunto de programa, reprochando al Ptp el apoyo a una ‘jornada’ que no contemplaba para nada el reclamo principal del Foro de una nueva Marcha Federal. A partir de esto, el PC llamó a formar una “columna de izquierda” para la jornada del lunes pasado, que se diferenciara de los planteos políticos y metodológicos de los convocantes. Entre esas divergencias figuraba el acuerdo político de la Mesa de Enlace con el Frepaso.


Pero llegado el momento de la verdad, el PC y Patria Libre recularon de su intención de diferenciarse políticamente de la burocracia, espoleados por el Mst, que asiste a las reuniones de izquierda con el ‘espíritu’ de un barrabrava empeñado en toda suerte de provocaciones. Al Mst, el frente de izquierda o la falta de él lo tiene simplemente sin cuidado; lo único que le importa es poder ocultar sus descomunales desaciertos y sus fracasos políticos, vinculados al manoseo oportunista de la figura del ‘perro’ Santillán.


El texto que se publica en esta página es la propuesta que hizo llegar el PO para formar la columna de la izquierda propuesta por el PC, que ninguno de los presentes pudo ni intentó refutar. Pero lo que pretendía el PC era delimitarse de la Mesa de Enlace sin la necesidad de un documento; el Mst y PL consideraban a la delimitación misma casi como un desatino. El Mas, el PH y Descamisados apoyaron la propuesta del PO.


La experiencia ha servido para poner de relieve que lo que limita en forma insalvable la posibilidad de un frente de izquierda es la involución de estos partidos al estadio de secta incurable, en especial en los casos del PC y del Mst. Sus direcciones parecen haber perdido cualquier capacidad para pensar en otros términos que no sean los de aparato. Esta degeneración es comprensible, y hasta cierto punto era inevitable, dado el colosal fracaso que han experimentado como fuerzas políticas, sin conseguir hasta el momento encontrar una explicación adecuada o, lo que es mucho más probable, haciendo un descomunal esfuerzo para evitarlo. Lo que al PC le ocurre con su stalinismo (¡que fue ratificado en su último congreso con la reivindicación, nada menos, que de Codovilla!), le pasa al Mst con su morenismo. Pero el lector podrá juzgar, por los términos de la declaración rechazada, quiénes son los responsables de que no exista una unidad de la izquierda en oposición a los grandes bloques patronales o capitalistas.