Políticas

16/7/2009|1091

Sale a la luz la verdad sobre La Cava

Confirmadas las denuncias del Partido Obrero

En la plataforma que el PO de San Isidro distribuyó en la reciente campaña electoral decíamos: “¿Dónde quedó la promesa demagógica del intendente en la anterior elección, de que San Isidro iba ser un distrito sin villas? De 1.800 viviendas que se iban a construir, sólo para La Cava, se entregaron no más de 380. El plan de viviendas –tanto del cobista Posse, como del kirchnerismo– es un fracaso. Está paralizado, cuando más se necesita para resolver problemas sociales y ayudar a reactivar la economía”.

Crítica y Página/12 acaban de confirmar con creces nuestras denuncias. Un documento del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), con la Defensoría del Pueblo de Nación y organizaciones vecinales,  describe el rotundo fracaso del programa de urbanización de La Cava: de las “1.882 casas que debían edificarse hace más de cuatro años… sólo se hicieron 306” (Página/12, 8/7). Desde el primer momento se sabía que las viviendas que prometían  construir no alcanzaban para el conjunto de las familias del barrio. La Cava, levantada por sus propios vecinos en el corazón de San Isidro, tiene hoy más de 20.000 personas viviendo en absoluta precariedad y miseria.

Este fracaso también se manifiesta cuando “a los adjudicatarios que les fueron entregados hogares fue con severas irregularidades de construcción, como fisuras en los techos y falta de cloacas (…) después de cuatro años, las viviendas que se edificaron fueron muchas menos que las previstas originalmente y los departamentitos construidos no cumplen con las condiciones habitacionales básicas” (ídem). “La gran mayoría de las viviendas fueron entregadas con diferentes irregularidades (…) en los techos se presentan frecuentes fisuras que causan filtraciones de agua y casi todas carecen del alero mínimo, necesario para proteger las paredes. En los entrepisos, el deterioro avanzó sobre los cielorasos de mampostería por filtraciones. Los baños no están instalados completos y, en muchos casos, a pesar del poco uso, la instalación ya está deteriorada. Es común que no llegue el agua y en varios faltan los artefactos o se han desmoronado los soportes (…) en cuanto a los pisos que fueron entregados con una capa de cemento alisado sobre una base de concreto, todos, sin excepción, se han resquebrajado. También (…) faltan cloacas, veredas, alumbrado público y servicio de recolección de residuos. Se ha instalado la tubería para acceder al servicio de gas, pero no ha llegado aún la red distribuidora al barrio”, sostiene el informe de denuncia.

El Partido Obrero denunció que el Plan Federal de viviendas en San Isidro era una cortina de humo para avanzar con la expulsión de los vecinos más humildes del distrito.
También denunciamos que las entregas están hechas para que los punteros adjudiquen las casas “a dedo” con el apoyo de la “Mesa de Integración Social”, que tiene en su seno a las cámaras inmobiliarias y la Iglesia.

El negocio de la zona

La Cava está rodeada por las mansiones y los countries más lujosos del país y ocupa una zona estratégica, entre el acceso norte de la Panamericana y los clubes náuticos y el Río de la Plata. Las 20 hectáreas que ocupa son de las más codiciadas por la patria inmobiliaria local, que exige erradicar la villa. Posse ya ha vendido varios predios que rodean La Cava para la construcción de barrios privados y megaemprendimientos inmobiliarios.

Si esos terrenos fueran destinados a un verdadero plan de urbanización, podrían garantizar el espacio suficiente para construir una casa confortable para cada familia (ex Standard Electric, el gigantesco predio de la ex OSN).

Kirchner y Posse

Cuando se lanza el plan de urbanización en La Cava es el comienzo del proceso de cooptación de Posse al kirchnerismo. Hasta el conflicto agrario, cuando Posse deja el barco K, no dejó de elogiar la política de ‘urbanización’ que se aplicaba en el distrito con los recursos del gobierno nacional. A partir de entonces, empieza la disputa entre nación y municipio por el plan de viviendas: Posse exigía más presupuesto nacional y Kirchner criticaba la ejecución del possismo.

Pero ambos se ponen de acuerdo cuando se trata de reprimir – como en mayo de este año–  a los vecinos que, ante el parate del plan de viviendas, empiezan a construir nuevas casillas sobre los terrenos baldíos que dejó el Plan Federal.

Una salida para los trabajadores

La crisis política ha sacado a luz estas denuncias. Pero los denunciantes proponen que “la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Nación realice una profunda auditoría (…) a los efectos de verificar el adecuado uso de los recursos públicos”. La propuesta busca agudizar la ‘interna’ entre gobierno y municipio.

La construcción de viviendas fue un negociado para las empresas contratistas amigas del municipio y del gobierno nacional que sobrefacturaron su construcción y ‘ahorraron’ en materiales.

Son los vecinos de La Cava y de las barriadas populares de San Isidro los que deben formar una comisión para investigar los fondos del Plan Federal, para deschavar los negociados y robos habidos, y para reclamar un verdadero plan de urbanización bajo control de las asambleas de vecinos y trabajadores.

Ramiro Tizzo