En una ceremonia guardada bajo siete llaves hasta último momento, Macri inauguró finalmente la Policía Metropolitana en el barrio de Chacarita, mientras nuevos datos ponen de relieve que el armado del “Fino” Palacios se encuentra intacto.

Uno de los candidatos a suceder al cargo de vicejefe (luego de la caída del que secundaba a Palacios) es Antonio Piazza, comisario retirado que realizó funciones de inteligencia durante la última dictadura, vinculado con agencias privadas de seguridad dedicadas a la venta de aparatos tecnológicos para el espionaje. Otro de los candidatos, Héctor Burúa, pasó a cuarteles de invierno cuando trascendieron sus vínculos como proveedor de equipos de espionaje para empresas de seguridad privada. Una de estas empresas es la que regenteaba Palacios. Dentro de la Policía Metropolitana se libera una batalla sórdida entre “mano de obra de la dictadura”, por el control de estos negocios.

Una fuerza muleto, con apoyo K

La Metropolitana salió a la calle sobre la base del recorte de sus funciones y de un pacto con la Federal para no interferir en los negocios de las cajas negras de esta fuerza.

La flamante fuerza policial, patrullará inicialmente la Comuna 12 (Saavedra, Villa Urquiza, Coghlan, Belgrano R) y la Avenida Corrientes porque, según la prensa, en otras áreas de mayor conflictividad quedarían más expuestas sus limitaciones.

“Todo lo que se haga para mejorar la seguridad, ayuda” (La Nación, 10/2), declaró el ministro del interior Florencio Randazzo. El kirchnerista Kravetz se puso a tono con sus jefes y declaró que “Como autores de la ley que creó la Policía es una satisfacción que los porteños tengamos nuestra propia fuerza policial” (Télam, 6/2). Sobre las pistolas eléctricas de la “nueva policía”, calificadas como armas de tortura por los organismos de derechos humanos, Aníbal Fernandez dio su aprobación: “yo las conozco, son herramientas de uso no letal”… “no las veo como una cosa que me quite el sueño”.

Disolución de la metropolitana

Los vecinos de la Comuna 12 se movilizaron contra la instalación de los cuarteles de la fuerza en Parque Sarmiento logrando que la Justicia fallara favorablemente contra la instalación de las comisarías en el Parque. Los vecinos de Chacarita lograron frenar también la creación de comisarías en el Parque los Andes.

La disolución de la Policía Metropolitana, es decir, de un aparato de espionaje, conspiración y represión contra el pueblo y la juventud, reciclado de la descompuesta Policía Federal, emerge como una cuestión de salud pública.