Políticas

14/5/2015|1363

SALTA: A horas de las elecciones del 17 de mayo


Después de la victoria de Urtubey y el desbarranque de Romero en las Paso del pasado 12 de abril, uno y otro se empecinan en reconstruir la falsa polarización que representan. Romero, denuncia un fraude sin presentar pruebas. Urtubey denuncia la campaña romerista como un intento de golpe contra la democracia. La última maniobra es la aceptación de Urtubey y Romero de debatir públicamente. El gobernador le da aire a un derrotado político, fundamentalmente para evitar el desarrollo del PO como la única oposición política real. Sería un gesto final hacia Romero, que precede a una fuga en masa de sus huestes hacia el oficialismo -que ya comenzó y se agudizará apenas pasada la elección.


 


Los casos más resonantes son la renuncia del burócrata de ATE Hoyos, de Tartagal, y el éxodo de lo que le quedaba a Romero del Frente Salteño en la capital. 


 


Por su lado, el gobierno vuelve a estar envuelto en un escándalo por la vinculación del aparato policial con el narcotráfico; a la vez que surgen nuevas evidencias sobre la manipulación y el encubrimiento político en el caso del asesinato de las turistas francesas.


 


En la medida en que Scioli se afirma como el candidato emergente del oficialismo, y que va sumando a un conjunto de gobernadores e intendentes que fueran hasta ayer base de apoyo de Massa, se afirma también Urtubey y se debilita Romero. Massa debía viajar a Salta para apoyar a Romero… pero el viaje de suspendió  (tal vez a pedido del candidato local). Ya en las Paso, Macri llegó a Salta pero renegó de dar el apoyo a Romero, aun cuando sus candidatos locales figuraban adheridos a su candidatura. Sólo llegaron dirigentes secundarios del macrismo a Salta a apoyar a Sáenz en la intendencia.


 


Todo un sector del progresismo K rechaza a Urtubey criticando el voto “orgánico”, sobre todo después de haber quedado fuera toda una serie de colectoras K “puras” como el Partido de la Victoria o Kolina.


 


Por el contrario, el ascendente electoral del Frente de Izquierda –  corroborado en Mendoza, Neuquén, Ciudad de Buenos Aires y Santa Fe- no pudo dejar de ser destacado por la prensa local, insertando nuestro desarrollo local político como parte de un ascenso nacional.


 


 


La lucha por la intendencia capitalina


 


En la ciudad, ya han habido varias votaciones mayoritarias contra el régimen de Isa. Las Paso no han sido la excepción, el desafío que enfrentamos es canalizar este voto opositor para poner fin al régimen del vaciamiento del municipio, de los impuestazos y los negociados de los grupos contratistas del Estado. La triplicación de nuestra mejor votación histórica a ejecutivos se corrobora en la calle con expresiones de firme adhesión al partido. Nos hemos empeñado en mostrar a los vecinos que sólo el Partido Obrero puede liderar esta votación por un cambio en la ciudad. Este planteo ha calado en amplios sectores de la población.


 


Sáenz y David, los dos primeros de las Paso, son hombres del régimen que viene gobernando hace doce años la ciudad. Aunque se esmeran en reciclarse como opositores, su pasado y su presente los condenan.


 


Quién más a fondo fue en la demagogia fue el oficialista David, quien ahora dice que revisará los contratos de las privatizadas del municipio y que no avanzará en la municipalización de la salud y la educación, principal planteo de Isa en el municipio y como vicegobernador. Mientras Sáenz ahora acusa a Isa de ser parte del modelo que divide y que hay que superar, en una clara alusión antiK. Sin embargo, uno y otro enfrentaron, con sus actuales concejales, la agenda política popular introducida por el Partido Obrero en el Concejo capitalino, encabezando la defensa del veto de Isa a la ordenanza del PO que permitía a los salteños retirar sus vehículos retenidos con multas confiscatorias -pagando un 20% de las mismas y accediendo a un curso de educación vial. Lo mismo sucede con las trabas que oficialistas y “opositores” ponen al desarrollo de la auditoría impuesta por el PO sobre Agrotécnica Fueguina, principal contratista del municipio; lo que echa por tierra cualquier demagogia sobre la revisión de contratos de David y Sáenz.


 


 


Nuestro desafío


 


La campaña del Partido Obrero estuvo definida por una intensa agenda parlamentaria: desde la aprobación en el congreso nacional del resarcimiento para los ex trabajadores de YPF, o nuestra campaña contra el enésimo veto antipopular de Isa contra un proyecto del PO, hasta las aprobaciones en los concejos de Orán e Yrigoyen de un pedido de renuncia del jefe de policía, por el nuevo caso de narcopolicías. Nuestra agenda parlamentaria golpea el ataque burgués sobre nuestra efectividad en el parlamento en favor de la población. Desde allí, reforzamos en el interior la lucha por la defensa de nuestras bancadas, asociadas a las reivindicaciones más sentidas de la población, como lo son la falta de vivienda y obra pública, la lucha contra la impunidad y la defensa del salario y las condiciones de trabajo. La movilización política de trabajadores y simpatizantes ha tomado mayor consistencia y decenas de compañeros están incorporándose al partido al calor de esta batalla política.


 


Ante los límites de la polarización trucha para poner freno a la tendencia popular que encarna el PO, el oficialismo promueve con cuantiosos recursos al radicalismo. Sin embargo, apenas terminaron las Paso, una fracción interna de los radicales denunció la cooptación oficial y llamó a cerrar filas con Romero y su campaña sobre un supuesto fraude electoral.


 


Encaramos esta campaña peleando por un crecimiento en relación con las Paso. Vamos por la conquista de varios diputados más, a defender un importante bloque de concejales en capital y las bancadas del interior, disputando el voto opositor mayoritario al régimen que gobierna desde hace 20 años contra las mayorías laboriosas. Con estos nuevos desarrollos, y consolidando el rol del Partido Obrero como principal oposición popular al régimen de los Romero y Urtubey, conquistaremos un nuevo piso para la construcción de una salida política de los trabajadores.