El anegamiento de calles, escuelas y viviendas que sufrieron los vecinos salteños en los últimos días, provocó suspensión de clases, graves daños en las viviendas, rebalse de pozos sépticos, perdidas de colchones y electrodomésticos, entre otros. Decenas de familias debieron  abandonar sus casas y ser contenidas en centros de asistencia barriales.

El déficit de 90.000 viviendas ha empujado a las familias a asentarse a orillas de los ríos y sin servicios, en viviendas precarias y vulnerables. En el rio Vaqueros hubo casillas que fueron llevadas por la corriente.

Los vecinos de Barrio el Milagro de Salta capital, reclaman desde hace más de 10 años, un sistema de defensa y obras de canalización del canal Tinkunaku, porque el agua que circula por el canal ha socavado los terrenos y amenaza con derrumbar las viviendas aledañas. La Municipalidad es responsable de estas obras mal ejecutadas, que ya no soportan lluvias de gran volumen como las de la semana pasada.

El presidente de la organización TECHO expresó que el 60% de los barrios de la ciudad quedaron bajo el agua. La construcción de módulos de madera, que realiza esta organización, encuentra el límite de construir en barrios sin infraestructura, ya que en períodos estivales las construcciones son afectadas.

El senador Juan Carlos Romero, junto al Frente de Todos, y el resto del arco político hacen campaña por el pago de la deuda con el FMI, extorsionando a la población para que apoye, bajo la amenaza de la llegada del default y sus consecuencias. Con esta política Romero encubre su responsabilidad en esta crisis, pagando deuda llegamos a tener casi el 50% de la población bajo los niveles de pobreza y lideramos los índices de desocupación a nivel nacional.

Pagando deuda, como también propone el gobernador Sáenz, el presupuesto en obras públicas se redujo año a año. Como consecuencia, los vecinos de la zona Este, Oeste y Norte de la ciudad de Salta como Las Colinas, San Mateo, Canillita, Floresta, Juan Manuel de Rosas, 17 de Octubre, Roberto Romero, Palermo, San Silvestre, entre decenas de barrios, carecen de cloacas, pavimento y desagües pluviales. Esto logró que, por primera vez, se inundaran barrios que cuentan con todos los servicios.

La intendenta de Salta, Bettina Romero, se dedicó a sostener los grandes negociados con el presupuesto público. Agrotécnica Fueguina ya cobra 9 millones por día para hacer la recolección de residuos (1 de cada cuatro pesos que ingresan a la municipalidad) allí va a parar el impuestazo del 50% que se aplicó en el municipio.

Los vecinos de Barrio el Milagro se han movilizado para exigir las obras necesarias sobre el canal Tinkunaku. Ese es el camino de los inundados, de los que necesitan el acceso a la vivienda o enfrentan la mentira de un Plan Mi Lote que en más de dos años no entregó ni uno solo. Estos reclamos elementales se oponen por el vértice a la política de Fernández y de los gobernadores, de todo color, dispuestos a entregar estos derechos para sostener la usura del FMI. Vayamos por lo nuestro.