Cuando hacia fines de 2012 la intendencia capitalina anunció que las tasas municipales se incrementarían entre el 100 y el 500 por ciento, las bancadas del PO lanzamos una fuerte campaña de denuncia. El repudio a la medida del intendente Miguel Isa comenzó a extenderse como una mancha de aceite. Para frenar la reacción popular, los concejales del PJ unificaron las dos últimas sesiones del Concejo y dieron la aprobación express del impuestazo, con los votos del romerismo y del Frente Plural (cristinistas).

El ajuste golpea la puerta

Cuando las boletas llegaron a los hogares este año, muchos vecinos se anoticiaron de que sus barrios sin cloacas, pavimento o luz ahora tenían que pagar impuestos y tasas hasta diez veces más caras. El descontento se expresó rápidamente en una asamblea de 500 personas, en la que se programaron movilizaciones e iniciativas barriales.

El mayor respaldo a Isa vino del gobernador Urtubey. En General Mosconi, tres delegados de Urtubey asumieron el poder de facto para aplicar una emergencia económica, que se aplica también a Cafayate, Tartagal, Rosario de Lerma y Cerrillo.

Nuestro programa

Es en este marco que el proyecto del PO por la derogación del impuestazo ha ganado lugar. Lejos de un impuestazo en cuotas o atenuado, como balbucean la oposición patronal y algunos oficialistas arrepentidos, ponemos en cuestión el carácter social del esquema tributario municipal. Planteamos que en treinta días se confeccione un padrón de grandes aportistas y al mismo tiempo, la readecuación de los valores de los predios especulativos.

Los militantes del PO, con los parlamentarios a la cabeza, han recorrido muchos barrios explicando el contenido del ajuste y nuestro proyecto. Así se popularizan las denuncias y propuestas del partido.