Políticas

28/4/2022

Salta: renunció el ministro de Seguridad Abel Cornejo, pero seguirá en el cargo

Otro capítulo de la descomposición policial y del régimen gobernante.

Gustavo Sáenz y Abel Cornejo. (Imagen: La Hora de Salta)

El miércoles 27 de abril, sorpresivamente, presentó la renuncia el ministro de Seguridad salteño, Abel Cornejo. Según sus propias declaraciones, lo que motivó su renuncia es que desde el oficialismo, particularmente sus diputados, no se le dio apoyo ante los ataques del diputado olmedista Orozco, que lo acusa de estar vinculado al clan narco de los Castedo y también de tener antecedentes de violencia de género, como lo dijo en la última sesión de la Cámara de Diputados.

La renuncia de Cornejo llega cuando siguen apareciendo novedades sobre el escándalo por las estafas de una financiera trucha dentro de la policía. Sobre esto, Cornejo insiste en que “hay una intención destituyente” contra la cúpula policial. Sin embargo, se demostró que están implicados altos jefes e incluso el servicio penitenciario, también a cargo de su Ministerio. Una de las últimas novedades es que el propio secretario de Seguridad, que puso dinero en la financiera trucha, no sería una víctima, sino un inversor de la misma.

Recordemos también que Moya, la mujer señalada como la jefa de la banda de estafadores, se reunió, estando prófuga y con pedido de captura, con un preso dentro de la cárcel de Metán. La policía salteña esta profundamente involucrada, porque aparecen comprometidos los fondos de adicionales, la verdadera caja negra.

Es muy probable que su renuncia tenga que ver con la crisis policial, y usó de excusa los ataques de Orozco. Por otra parte, no hay nada que indique que el diputado olmedista pueda tener el poder como para tirar a un ministro, y menos uno como Cornejo, pilar de la represión brutal del régimen político contra las luchas del norte entre 2000 y 2001. Orozco es un expolicía torturador que se disfraza muy cínicamente de anticorrupción, aunque no es que le reclame a Cornejo ningún principio democrático, sino haber limitado “un poco” el accionar de la policía, cuando él quiere que todos sean pistoleros a lo Chocobar.

Finalmente, Sáenz salió públicamente a respaldar a Cornejo y a plantear que debe continuar en su cargo, cosa que finalmente va a ocurrir. Pero el gobernador sigue en un absoluto silencio sobre la crisis de las estafas en la policía, por lo que no ha tomado ninguna iniciativa para destapar todas las ollas de este caso. Pero la banca a Cornejo es una banca a la cúpula policial que está metida hasta el cuello con la corruptela de la financiera trucha.

Inmediatamente, también diputados oficialistas, entre ellos el presidente de la cámara, salieron a bancar al todavía ministro. Un verdadero papelón, pero que expone que, además de la crisis en la policía, hay una interna dentro del oficialismo que habrá que seguir con atención.

Toda esta crisis es una expresión más de la enorme descomposición del régimen oligárquico que gobierna Salta y de su aparato represivo, el cual quieren reforzar los Cornejos y Orozcos para reprimir a los que luchan. El pueblo salteño debe organizarse para luchar por un gobierno propio, para terminar con el hambre y la impunidad, como lo está haciendo en este momento la familia de Cristian Gallardo, asesinado por la policía, y cuyo juicio ha comenzado.