Políticas

21/5/2021

Segunda ola

Salta: se duplicaron los contagios de Covid-19 en una semana

Sáenz pretende hacernos creer que la situación epidemiológica está controlada.

Sáenz y Trotta inaugurando una escuela.

El Ministerio de Salud Pública de Salta dio a conocer en la mañana del jueves 20 de mayo que registró un nuevo récord diario en lo que va de la pandemia: 493 contagios y 10 muertos. En una semana se duplicaron los contagios en la provincia.

Es indiscutible que la segunda ola de Covid-19 se expande y avanza con rapidez por el interior. Las cifras ya superan a las del peor momento del año pasado. En los últimos días tuvimos lamentablemente la muerte de cinco docentes, pero el gobernador Gustavo Sáenz se opone al reclamo de suspender las clases presenciales y tomar mayores medidas para evitar los contagios. Al mismo tiempo, casi 300 trabajadores de la mina Lindero tuvieron que ser aislados. Es un hecho que el virus circula en los lugares de trabajo.

La responsabilidad del gobierno y el COE 

El miércoles 19 Sáenz, su ministro de Salud y el presidente del COE tuvieron una reunión virtual con Alberto Fernández y doce gobernadores, en la cual sostuvieron que la situación epidemiológica en Salta está “controlada”. Mientras tanto, localidades del interior solicitaban al COE la disposición de mayores restricciones a actividades sociales, culturales y gastronómicas para contener los contagios.

El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, llegó a Salta el jueves 20 y junto a Sáenz inauguró una nueva escuela en Chicoana. El escenario fue la excusa para ratificar la negativa de ambos en suspender las clases presenciales. En el acto oficial no dijeron ni una palabra sobre las demandas de la comunidad educativa ni de los docentes fallecidos por Covid-19.

Días atrás circularon por los medios de comunicación fotos de alumnos de las escuelas primarias tomando clases envueltos en colchas para abrigarse, ya que a pesar de las bajas temperaturas deben sostener la ventilación de las aulas. Como se ve, la presencialidad es a costa de la salud de docentes, estudiantes y las familias trabajadoras.

Luego de los tardíos e improvisados anuncios del presidente Fernández -de una cuarentena de nueve días sin asistencia social real ni reforzamiento del sistema de salud-, el gobernador salteño no ha comunicado ninguna medida hasta el momento, aunque en la prensa circula la versión de que habría restricciones en algunos departamentos.

El control del que se jacta Sáenz no es más que una pantalla. Así lo muestra el avance de contagios en los municipios del interior. La localidad de Metan tuvo 143 casos positivos y tres muertes en las últimas 72 horas; el intendente y el COE piden una cuasifase 1, y los docentes autoconvocados llaman a suspender actividades presenciales por temor. Lo mismo sucede en el Carril, donde se espera la aprobación a mayores restricciones.

El gobernador no solo fuerza la presencialidad en las escuelas y mantiene toda la actividad económica en marcha, sino también está forzando el proceso electoral que finalizará el 4 de julio, cuando los pronósticos auguran una peor situación por las bajas temperaturas.

Los trabajadores ante la pandemia

Todos los pronósticos muestran que la situación epidemiológica tenderá a agravarse en el invierno, hacia un mayor colapso sanitario.

El gobierno anuncia avances en la vacunación del personal de salud, seguridad y docentes, como una forma de reforzar la presencialidad escolar y las nulas restricciones a la actividad económica. Pero en una provincia donde la mayor cantidad del trabajo es informal, precarizado, es extremadamente limitado y no reduce la circulación del virus.

Para combatir el avance de los contagios de esta segunda ola es imprescindible tomar medidas reales, garantizando que las restricciones se efectúen prohibiendo despidos y con un seguro al parado igual de $40.000. La suspensión de las clases presenciales, la entrega de computadoras y wifi para que alumnos y docentes de todos los niveles educativos. La centralización del sistema de salud bajo control de sus trabajadores, con más presupuesto. La intervención de la producción de las vacunas contra el Covid-19 para cortar la exportación e inmunizar masivamente a la población.

Estas demandas chocan con la orientación de los Sáenz y Fernández, quienes le garantizan enormes negociados a las mineras o las petroleras y al FMI. La salida a la pandemia solo puede venir de la mano de los trabajadores.