Se ha extendido como un reguero el pedido de doble aguinaldo o suma de emergencia, en la medida que se conoce lo obtenido o lo que se está solicitando en diferentes fábricas.

El refuerzo con el aguinaldo se conquistó para el gremio de la carne, especialmente para los trabajadores de La Anónima que cobrarán 250 pesos a fin de año.

En Bagley-Arcor, en dos días, la totalidad del personal firmó un reclamo de 500 pesos de emergencia impulsado por la nueva Comisión Interna y que se adelante a enero la suma fija de 200 pesos pactada por la paritaria de la alimentación, que inicialmente era para febrero.

En las fábricas se discute fuertemente cómo los sueldos se encuentran por debajo del aumento de la canasta familiar y, sobre todo, cómo sus patronales son las que, no conformes con sus niveles de ganancias, han aumentado brutalmente el precio de lo que producen.

En el caso de La Anónima, éste es uno de los frigoríficos beneficiarios de la Cuota Hilton de exportación, que es clave a la hora de establecer el precio de la carne para el mercado interno, que se ha ido por las nubes.

En el caso de Bagley-Arcor, cuyo propietario es Pagani (UIA), se ha desarrollado un verdadero trust. Arcor ha fagocitado a Bagley, La Caroyense, Lía y La Campagnola, y se ha extendido al negocio de los envases, ya que producen los suyos propios en una planta de corrugado cordobesa.

Como en todas las fábricas de la alimentación, los trabajadores tienen uno de los convenios más bajos de la industria, llegando escasamente a los 1.500 pesos de básico.

Este fin de año, con los trabajadores reclamando, es el preanuncio de que el Bicentenario será un año de grandes luchas obreras y de mayor deterioro político, tanto del oficialismo como de la oposición patronal y de superación de la vieja burocracia.