“Salvemos a las AFJP y liquidemos las jubilaciones”
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El acuerdo con las AFJP representa, como dijo Prensa Obrera, “un rescate del sistema de jubilación que había quebrado”. Les asegura que sigan cobrando las comisiones del 35% sobre los aportes de los trabajadores, mientras el valor de las jubilaciones futuras continúa en la incertidumbre porque las AFJP siguen empapeladas de bonos de un Estado insolvente que, en el mejor de los casos, permitirá que los futuros jubilados cobren el 35 ó 40% del salario. Clarín (17/10) sacó la lógica conclusión de que “un acuerdo de canje que llega hasta 2046 implica que esas entidades (las AFJP) seguirán presentes…”; además, “el programa financiero del Gobierno se basa en que las AFJP financiarán con la mitad de los nuevos aportes los servicios de la deuda”.
Pero hay más, como se puede ver en el “boletín oficial”, como se conoce a Página/12(25/9), que elogió en la tapa y de manera inusitada un informe del Banco Mundial con relación a las jubilaciones. No es cierto, claro, lo que dice el diario kirchnerista, que “el Banco Mundial admite, por primera vez, que el sistema de jubilación privada no funcionó y sugiere volver a un sistema público”. Lo que sí dice es que “las reformas del sistema de pensiones en la región tuvieron numerosos resultados positivos. Por una parte, mejoró la sostenibilidad fiscal al disminuir las prestaciones en exceso generosas que se otorgaban en los sistemas antiguos, y si bien los costos de transición en algunos casos fueron más altos de lo previsto, los efectos de las reformas en las finanzas fiscales en general fueron positivos” (destacado de PO). El BM no sólo pondera que se hayan bajado los haberes jubilatorios del anterior sistema estatal, sino que también niega que las AFJP hayan contribuido a incrementar la deuda pública. Dice que “las reformas incentivaron el desarrollo de mercados de capital”, en referencia a la bicicleta financiera que se armó con el endeudamiento público. Más del 70% de las “inversiones” de las AFJP en América Latina están en papeles del Estado.
Lo que el Banco Mundial plantea es que el Estado asegure una jubilación de pobreza “casi universal” y que “por encima de esa cifra, que provenga del ahorro individual en cuentas privadas” (Clarín, 17/10). Para la Argentina eso significaría “eliminar la PBU y la Prestación Compensatoria por los aportes al Estado hasta 1994” (ídem).
Esta propuesta del Banco Mundial tiene un alcance internacional. En el reciente Congreso de la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS), con la participación del gobierno argentino, hubo acuerdo en “trasladar el foco de atención de la conservación de los ingresos a la reducción de la pobreza y a la cobertura de la asistencia médica básica”, esto porque el “empleo formal (es decir, el empleo remunerado con un salario) no se ha expandido” y “muchos trabajadores tienen unos ingresos que son inciertos o irregulares o no tienen ingresos en absoluto”. Para “la AISS, los sistemas bien diseñados para reducir la pobreza podrían cubrir las necesidades de los trabajadores y de sus familias mediante prestaciones pecunarias de subsistencia”.
En consecuencia, la propuesta internacional es de un ingreso de subsistencia, que ronda el valor de la canasta de indigencia, que es precisamente el nivel donde se encuentran hoy el sueldo y la jubilación mínimos en la Argentina, y que las AFJP se encarguen de “administrar” el ahorro individual de los trabajadores “en blanco”.
Con el acuerdo con las AFJP, el kirchnerismo se ha convertido en un avanzado en la aplicación de los nuevos preceptos de seguridad social del imperialismo mundial.
Ante esta nueva ofensiva reaccionaria, el PO propone:
- Jubilación universal del 82% del salario, móvil y ajustable automáticamente por inflación.
- Sistema previsional único estatal, basado en el aporte exclusivo de las patronales y administrado por los trabajadores y jubilados.
- Salario mínimo y seguro de desempleo equivalentes al costo de la canasta familiar.
Se salvó el curro previsional
“Hay cambios que ocurren imperceptibles -escribió el domingo último Morales Solá en La Nación El acuerdo con las AFJP no sólo significó un buen puntapié inicial al proceso de reestructuración (de la deuda extema). Expresó algo más: ratificó la continuidad del sistema privado de fondos de pensión. ¿Noticia vieja, acaso? Depende de por dónde se la mire”.