Políticas

12/5/2011|1176

San Juan: no todo lo que brilla es oro

El Sí que el último domingo obtuvo el referendo diseñado por Gioja, para otorgarse un tercer período de gobierno consecutivo, fue elevado a la categoría de abrumador, esto antes de que se supiera que había ido a votar el 62% del padrón -la menor concurrencia a las urnas desde los cacerolazos de 2001-2002. En este escenario, el Sí (66% de los sufragios) solo alcanzó el apoyo del 40% del electorado.

La re-reelección de la Barrick

La enmienda que habilita a Gioja a presentarse para un tercer período de gobierno, nace aupada por los grupos mineros. La explotación minera en San Juan está provocando una enorme depredación ambiental y laboral. En momentos en que la onza registra valores internacionales históricos, el negocio se ha convertido en un enorme ducto por donde se drenan las riquezas de la nación. Recordemos que desde las épocas de Kirchner-Lavagna existe un paquete de leyes que habilita a las empresas mineras a liquidar el 80% de las ganancias fuera del país. Recientemente, el propio Gioja impulsó una ley en la legislatura sanjuanina, que impide al Tribunal de Cuentas objetar el cálculo de regalías efectuado por las propias compañías sin ningún tipo de control por parte del Estado.

En este cuadro, los grupos mineros necesitaron de esta enmienda constitucional para asegurarse la continuidad del plantel gerencial de sus negocios que encabeza el propio Gioja. Pese a las enormes ganancias generadas por la actividad minera, San Juan no ha dejado de ser una provincia sumida en la miseria, donde la precarización laboral supera ampliamente la media del país.

El cambalache del No

La oposición a la re-reelección mostró un variopinto político que iba desde viudas del giojismo -el propio senador Cesar Gioja, hermano del gobernador, hizo campaña por el No-, pasando por el progresismo, el duhaldismo, la izquierda y la CTA. Un sector de los oposicionistas fue a disputarle a Gioja el rol de lobbistas de las empresas mineras; es el caso del senador-hermano del gobernador. Este Gioja se acordó tarde de que la Barrick no tributaba lo necesario, ya que él mismo fue durante los últimos años presidente de la Comisión de Minería del Senado de la Nación. La opción del “no” no despertó un interés entre las masas, que nunca fueron convocadas con un programa propio; la ausencia de un programa que levantase las reivindicaciones de las masas oprimidas de San Juan, le restó sustancia.

La endeblez del triunfo del Sí fue advertida por el oficialismo nacional y sorprendió a todos aquellos que se guían por las encuestas previas.