Políticas

27/3/2020

Santa Cruz: las mineras multiplican sus ganancias, la provincia está fundida

La situación presupuestaria de Santa Cruz es muy grave. Así lo confirmó Pablo González, actual diputado nacional y ex vicegobernador de Alicia Kirchner, al contar que entre otras provincias Santa Cruz será asistida económicamente para poder afrontar el pago de los salarios de los empleados dependientes de estado, ya que “la inflación y la pandemia han afectado las economías de prácticamente todas las jurisdicciones” (Tiempo Sur 26/03).


Hace poco más de dos meses Alberto Fernández “destacó el equilibrio fiscal obtenido por la provincia de Santa Cruz en los últimos años” (Tiempo Sur, 10/1) y la puso como modelo a seguir para el resto de las provincias. Lo hizo al analizar la situación económica de las distintas jurisdicciones del país que le solicitaron asistencia financiera.


Todo lo solido se desvanece en el aire


Alberto Fernández seguramente no difundirá que su provincia modelo se fue al tacho en menos de tres meses. Alicia Kirchner tampoco se tomará el trabajo de explicar ante los empleados públicos de Santa Cruz que su ajuste fiscal y la pérdida de más del 50% del poder adquisitivo de los salarios, fue un sacrificio inútil.


Según Pablo González, en “estos meses han caído las tres recaudaciones que tiene el Estado provincial, que son regalías, coparticipación y rentas”. Es claro que las regalías por producción petrolera, en medio de la caída internacional del barril de crudo, afectarán los ingresos provinciales; también lo es que la caída de la actividad económica afecta los ingresos por coparticipación  nacional; y por supuesto la recaudación por rentas se verá afectada por la pandemia que obligo a un aislamiento de la población que redundó en una disminución del consumo. La política del gobierno de Santa Cruz, está atada a los vaivenes de un mercado internacional que está entrando en terapia intensiva. Gobiernos como los de Alicia Kirchner o Alberto Fernández  se reducen a trasladar la crisis del mercado a los trabajadores.


Mineras: Las verdaderas ganadoras de este modelo


En los últimos 4 años, la mineras de la provincia de Santa Cruz extrajeron 5.000.000 (cinco millones) de onzas de oro. Si se hubiese acopiado esa producción en las bóvedas del tesoro nacional, con el precio actual del oro (1645,41 dólares la onza), contaríamos con más de ocho mil millones de dólares (para ser exactos con U$S 8.227.050.000). Es decir que al valor actual del dólar, contaríamos con una reserva de seis presupuestos provinciales, como el aprobado para 2020.


Si tenemos en cuenta que las mineras no solo extraen oro, sino también otros minerales (sobre todo plata), notaremos que el saqueo es aún mayor. 


Durante los últimos 4 años la política de Alicia Kirchner fue garantizarle a las mineras, la posibilidad de fugar gran parte de este capital al exterior de un modo que no figura en ninguna contabilidad del estado, mediante la exportación de lingotes.


Nacionalizar los recursos


¿Dónde están las posibilidades de frenar el saqueo de los recursos naturales y de reorganizar la economía en beneficio de las mayorías populares? 


La contradicción entre una provincia rica con muchos que pasan hambre y necesidades de todo tipo y del otro lado la riqueza que se acumula en manos de estas empresas extranjeras exige un replanteo.


Esta situación se puso al rojo vivo en medio de la pandemia de coronavirus y más aún en vistas de la negligencia criminal de las mineras, en el cuidado de la salud.


Comenzando por las mineras, las mimadas de Alberto Fernández, pero sin dejar de lado las petroleras, las pesqueras y los principales resortes de la economía, necesitamos un plan de estatización bajo control obrero, que permita colocar todos esos recursos al servicio de la población (inversión productiva, salarios acordes al costo de la canasta familiar, salud, educación, vivienda, etc…) 


Por ahora Santa Cruz es el modelo del ajuste para el pueblo y la exportación de oro y plata en bruto. Conocer esta experiencia de fracaso capitalista, es parte de un aprendizaje necesario para superarla desde la acción directa y la organización independiente de la clase trabajadora.