Luego de la renegociación por otros 40 años, tanto de los yacimientos en Chubut Cerro Dragón como en Santa Cruz Koluel Kaike, los resultados concretos para los trabajadores petroleros no han sido la “garantía” de los puestos de trabajo.

Pan American Energy ha descubierto que “ya no le conviene” la contratación de varias empresas distintas para los trabajos de perforación, pulling y terminación (resultado de la privatización de la YPF estatal) y que ahora desea la unificación de las tres principales empresas contratistas en una sola: DLS. Razones para ello son la multiplicidad de conflictos por empresa y la mayor combatividad de los delegados de la Pride y de Key. No en vano han elegido a DLS, empresa de la que proviene el mayor burócrata de Chubut, el secretario general del sindicato Mario Mansilla.

Obviamente, en el camino de la unificación, renuncias mediante, no sólo se pierden la antigüedad y los delegados, sino que empiezan a dejar afuera a los trabajadores.

En Santa Cruz, afortunadamente para los petroleros, PAE es la tercera operadora, pero de todas formas los resultados ya se empiezan a ver: a Key ya le bajaron cinco equipos (de entre 7 y 10 trabajadores cada uno) y todavía no se sabe qué va a pasar con la Pride.

Paralelamente, se realizó el segundo encuentro de la Mesa de Concertación Petrolera entre YPF y todos los funcionarios estatales y del sindicato, luego del cual se declaró que “las inversiones anunciadas de 650 millones para el año están garantizadas pese a la crisis financiera internacional”. Todo esto previo compromiso de “que no haya conflictos” (ídem anterior), lo que quiere decir en criollo que se vienen suspensiones.

A esto hay que sumarle que, en Las Heras, los cajeros automáticos de los únicos dos bancos han comenzado a “romperse día por medio” y que los trabajadores no pueden contar con sus sueldos. Luego de la seguidilla de días a la baja en la bolsa y la quiebra de bancos, el 10 de octubre en la puerta del Banco Nación los más de 30 petroleros y esposas se preguntaban con razón si dicha crisis y las “roturas” de los cajeros no tendrían algo que ver.

El que quedó como un idiota ha sido el economista de PRO Carlos Melconián, que en una “conferencia” el 14 de octubre en Comodoro Rivadavia, ante una audiencia enteramente empresarial anunció que “no cree que la crisis impacte en la producción de petróleo”.

Se vienen tiempos importantes para los trabajadores petroleros. En un cuadro de baja de la cotización del petróleo ante la reseción y el descenso de la producción, con las direcciones de los sindicatos de Chubut y Santa Cruz en la vereda de enfrente, y con el PJ de Das Neves y Peralta jugando a las escondidas con las retenciones, resulta indispensable coordinar a todo el activismo antiburocrático. La Agrupación Marrón de Petroleros ya ha lanzado una campaña de pintadas y prepara su boletín y convoca a todos los delgados a empezar a discutir la situación del sector y cómo enfrentamos el avance patronal.