El gobierno K de Santa Cruz acaba de anunciar que cancela cualquier posibilidad de aumento de salarios en el marco de las paritarias del Estado. Tampoco va a pagar en fecha los salarios de agosto. El ‘defol’ se extiende a la obra pública, que ha dejado sin trabajo a miles de obreros de la construcción, además de postergar pagos a proveedores, cooperativas y becarios. Esto ocurre en la provincia minera por excelencia.

Interna K

El ‘defol’ salarial está acompañado por una feroz interna entre el gobernador Peralta, por un lado, y los diputados e intendentes que responden a La Cámpora, por el otro. Los camporistas conspiran para voltear a Peralta y así tener las manos libres para armar la lista para diputados nacionales el año que viene. Por eso le bloqueó un impuesto de sellos a las mineras: para asegurarse que vaya a la bancarrota. Invocaron, como ‘argumento’, que no querían ¡‘ahuyentar inversiones’! Un contraproyecto de los camporistas para asociar a Formicruz (empresa minera del Estado provincial) con las mineras fue rechazado por la cámara patronal y por Peralta.

¿Golpe en marcha?

La tentativa de Peralta de salir del ‘defol’ mediante la contratación de deuda no consiguió el aval de CFK. Tampoco recibe las regalías de YPF. La posibilidad de un “golpe institucional” contra Peralta suena fuerte en Santa Cruz.

La disputa incluye también al Banco de Santa Cruz (aún en manos del ex amigo Ezkenazi), los permisos de pesca, la “intervención” estatal a Vieira (una de las más importantes pesqueras españolas que actúa en Puerto Deseado) y algunos contratos de obra pública. Pero, principalmente, las condiciones leoninas que exige la ‘nueva’ YPF para negociar los nuevos contratos petroleros. La disputa por las ‘cometas’ de los recursos provinciales marcha a todo vapor.

Peralta agita la ‘crisis institucional’ para justificar su política de ajuste, mientras va perdiendo apoyos -incluso de algunas burocracias sindicales adictas.

De Vido reunió a todos los intendentes de la provincia y pactó la entrega de fondos para obras en cada localidad, sin pasar por el gobernador. Si esto no es golpismo, ¿cómo llamarlo?

El movimiento obrero ¿Cómo enfrenta la clase obrera esta situación?

La lucha contra la destrucción de la Caja de Jubilaciones, a fines de 2011, hizo retroceder al gobierno, pero luego éste respondió con atrasos en el pago de los sueldos. La lucha por el pago en fecha fue utilizada por la burocracia de los sindicatos para relegar el reclamo del aumento salarial.

Pero la situación llegó ahora a un límite, porque no hay aumentos ni pagos en fecha. El Congreso de Adosac (docentes) ha votado un plan de lucha y la convocatoria a un congreso de delegados de base de los sindicatos santacruceños, en el que se incluya a los de la actividad privada y a los tercerizados, cooperativas y desocupados. Hay que llevar adelante este planteo.

Santa Cruz ha sido saqueada por los ‘amigos’ K -banqueros, petroleras, mineras y contratistas de obras públicas. Hay que proceder a su expropiación y a que devuelvan lo saqueado.