Santa Cruz: Peralta gana una interna de espaldas al pueblo

El 31 de marzo se desarrollaron las internas para cargos partidarios en el PJ de Santa Cruz. Se enfrentaron las dos fracciones que gobiernan la provincia: de un lado el gobernador Peralta, con un grupo minoritario de diputados e intendentes; del otro, los representantes del gobierno nacional con el bloque mayoritario de diputados, la mayoría de los intendentes y el vicegobernador. La pelea entre estas fracciones data del semigolpe de Estado intentado por La Cámpora el 29 de diciembre de 2011, poco después de la rebelión popular que incendió la Cámara de Diputados de la provincia contra la fracasada reforma jubilatoria (que impulsaban ambas fracciones). A partir de allí, los trabajadores públicos no han tenido aumento salarial, y ya vamos para dos años. El ajuste aplicado ha sido salvaje, también el ahogo de la provincia por parte del gobierno nacional.


Peralta se ha lanzado en defensa propia a enfrentar a Cristina, y como parte de esa disputa ha anulado algunas concesiones petroleras a Cristóbal López, ha planteado la necesidad de una reforma constitucional para eliminar la elección indefinida, y también terminar con la ley de lemas. A los gremios les ha ofrecido "participar" de una prometida normalización de la Caja de Servicios Sociales (obra social provincial, intervenida desde hace 23 años), ha planteado algunos impuestos a la minería y a los casinos -que la Cámara camporista no le aprueba. Políticamente, se ubica en el peronismo tradicional (siempre perteneció al ala derecha del PJ, fue nueve años secretario de la CGT) relacionado con Moyano y Venegas.


La situación tuvo idas y vueltas porque el gobernador colaboró en el operativo reprivatizador de YPF y, para ello, prolongó las concesiones a la empresa en un arreglo ruinoso para la provincia -que desconoció incluso los marcos regulatorios establecidos en Santa Cruz.


Ambas fracciones pujan por los negocios ligados a las contrataciones petroleras, mineras y de obra pública, aunque en la interna un bando decía ser el verdadero "peronismo" y el otro el verdadero FVS (K). Pocos afiliados votaron en la interna (25% en Gallegos, 30% en Caleta, algo más en las localidades pequeñas); y el dato más revelador es el carácter fantasmal del aparato camporista, que apenas pudo conseguir 1.100 votos en Río Gallegos y 710 en Caleta Olivia.


En Caleta perdieron el vicegobernador, la senadora, el intendente, el presidente del bloque de diputados, todo el aparato contra una lista improvisada de "viejos peronistas". En Río Turbio una lista del intendente, el presidente de la empresa YCRT, más los dirigentes de los tres gremios de la empresa, apenas ganó con 440 votos, contra una lista de un ex concejal que apoyó al gobernador.


Más allá del golpe político al kirchnerismo, la interna deja toda la crisis de la provincia sin resolver. La tendencia más profunda de la población expresó su indiferencia por la interna. Esta semana están previstos nuevos paros de municipales en Gallegos y de estatales, especialmente hospitalarios, agitados por autoconvocatorias de base. El lunes 8 tiene paritarias la Adosac, y todo indica que se están creando las condiciones de un gran paro provincial. El Partido Obrero impulsa este conjunto de luchas y es un factor activo y consciente de su coordinación y unificación en una lucha de conjunto por 7.000 pesos de salario mínimo.