Políticas

20/6/2017

Santa Fe: detienen a un subjefe policial por corrupción y juego ilegal

Se trata de Dante Giménez. También se lo involucra con el narcotráfico y la conspiración para proteger a los asesinos de Silvia Suppo.


Dante Giménez, subjefe de la policía de Esperanza, fue detenido el jueves 15 luego de que se realizaran una serie de allanamientos simultáneos en varias localidades debido a una investigación por juego clandestino. Giménez permitía la existencia de locales ilegales a cambio de frondosas coimas.


 


Esta no es  la primera vez que aparece el nombre de Giménez ligado a delitos y negocios ilegales manejados por la policía.


 


En su larga trayectoria, el primer hecho al que apareció relacionado (públicamente denunciado) fue la muerte de Silvia Suppo, quien fuera una testigo clave en la “causa Brusa”, en la que se juzgaban delitos de lesa humanidad. El 29 de marzo de 2010, cuando mataron a Suppo, Dante Giménez se desempeñaba como jefe de la comisaría 1°. Él tomó declaración a Sosa y Cóceres, los lavacoches condenados por aquel asesinato, bajo condiciones de ilegalidad. Además, fue su comisaría la encargada de desarrollar la "investigación" que, como quedó demostrado en el primer juicio de la causa Suppo, borró pruebas y torturó pibes pidiendo que se autoincriminen. Por estos hechos, descansa en los cajones de la Justicia Federal un expediente donde Giménez es uno de los nombres claves.


 


Pero es necesario señalar que las mafias no pueden actuar si no tienen respaldo político. Es que, pese a las denuncias por su accionar en la investigación del crimen de Silvia Suppo, fue premiado por el gobierno provincial con una serie de ascensos. Primero fue titular de la Agrupación Unidades Especiales hasta que fue disuelta. De allí pasó a desempeñarse como responsable de la División Judiciales de la Unidad Regional V, para luego, en julio de 2015, ser designado por el Ministerio de Seguridad de la provincia como subjefe de la Unidad Regional XI.


 


En enero de 2016 se lo sindicó como el "organizador de la droga" en Rafaela. El responsable de la acusación fue Julio Cesar Ballejos, un conocido delincuente de la ciudad. Por esas declaraciones se inició una causa en la justicia federal. Días antes de ampliar su testimonio para aportar más datos, Ballejos fue asesinado en la cárcel de Coronda, donde aguardaba ser enjuiciado.


 


Giménez, finalmente, fue detenido por el juego clandestino, aunque hay varias causas judiciales en las que se encuentra involucrado.


 


Para terminar con el delito organizado, es necesario abrir los libros de denuncias de las comisarías, que los comisarios y los jueces sean elegidos por el voto popular y sus mandatos sean revocables, y terminar con las complicidades políticas que encubren a las mafias.