Políticas

12/2/2015|1350

Santa Fe: una gran oportunidad, un gran desafío


El cuadro político en la provincia de Santa Fe es definitivamente de crisis. El ordenador del escenario provincial es, sin duda, el derrumbe del Frente Progresista de Binner-Bonfatti. Después de ocho años de gobierno, el balance es fuertemente negativo para los trabajadores: el récord de la tasa de homicidios, que llega a 264 asesinatos por año; los estragos que hace el narcotráfico en la juventud, los aumentos sistemáticos en todas las tarifas y tasas municipales, los cierres de fábricas que han recorrido la provincia y provocado un desguace industrial. Todo esto ha sido vehiculizado por el Frente Progresista en beneficio del complejo agro-exportador, que controla los puertos privados. El derrumbe es tal que varios diarios anunciaron la intención de Binner de relegar su candidatura nacional en función de mantener la provincia. Finalmente, y después de una crisis en el PS, la camarilla gobernante lanzó la candidatura de Miguel Lifschitz, ex intendente de Rosario.


 


El radicalismo, miembro del Frente Progresista, va dividido en tres partes, por lo que tiene un huevo en cada canasta. Una parte cerró con la camarilla de Binner y obtuvo la candidatura a vicegobernador. Barletta, presidente de la UCR provincial, armó un frente para competir en la interna del Frente Progresista; un tercer espacio cerró con el ex Midachi Del Sel, del PRO, interesado en desmembrar al radicalismo para debilitar al Frente Progresista y amontonarse detrás de la candidatura presidencial de Macri.


 


La situación del kirchnerismo en la provincia replica su orientación a nivel nacional: mantiene varios candidatos sin ningún peso para terminar tributando a la candidatura de un derechista, fiel a la línea nacional que pretende llevar al menemista Scioli a la Rosada. En este caso, Perotti, un hombre fuerte de Rafaela, una ciudad sojera donde los trabajadores padecen la tercerización, el fraude laboral y la persecución sindical.


 


Sumando a este cuadro al candidato del PRO, el “humorista” Del Sel, el escenario deja ver que los bloques patronales han presentado candidatos para profundizar la línea política actual en la provincia y, con ello, el ajuste y los negociados.


 


El libro de pases entre los distintos bloques está abierto. La mitad del gabinete de Capitán Bermúdez, que pertenece a un partido vecinalista, renunció y dejó en terapia intensiva al municipio. Ahora, este bloque prepara un posible pasaje al PRO. Intendencias radicales del interior “se dan cuenta”, luego de casi una década, de que el Frente Progresista no es una salida y se pasan al PRO.


 


La crisis del progresismo se expresa en otras candidaturas. La del periodista Del Frade fue construida amontonando grupos de izquierda que apoyaban al binnerismo o al kirchnerismo detrás de una figura con renombre, pero con la ausencia absoluta de un programa frente a la crisis de la provincia y sin ningún protagonismo en el movimiento obrero.


 


 


Un enorme desafío


 


El fracaso y el derrumbe del Frente Progresista abren una oportunidad para la izquierda. Denunciando con fuerza el fracaso rotundo del progresismo (tanto nacional como provincial), debemos presentar un programa que dé salida a esta situación: terminar con las concesiones privadas en el transporte de las ciudades para frenar los tarifazos sistemáticos; la estatización de los puertos para terminar con el gran tráfico ilegal y el narcotráfico; los comité obreros de seguridad e higiene contra los accidentes laborales y las muertes obreras; la prohibición de los despidos.


 


Tenemos una primera batalla en las paritarias de docentes y estatales, donde vamos a denunciar las maniobras ajustadoras del Frente Progresista y organizar la lucha de los trabajadores de la mano de los principales luchadores obreros de la provincia, quienes, a su vez, nutren las candidaturas del Partido Obrero.


 


El cuadro político de la provincia nos coloca ante el gran desafío de ensamblar a Santa Fe con el ascenso de la izquierda a nivel nacional.


 


En esta tarea queremos involucrar a todos los que simpatizan con la izquierda. Para esto arrancamos con las asambleas abiertas por localidad. Pondremos en marcha un gran despliegue provincial de campaña, donde el movimiento obrero, los compañeros delegados y las comisiones internas de los cordondes industriales y grandes fábricas jugarán un rol protagónico junto a la juventud universitaria de las grandes ciudades. La batalla por revalidar la concejalía en Bermúdez, corazón del cordón industrial sur, será uno de los principales desafíos. En las primeras recorridas barriales de campaña en la ciudad ya se palpa que los trabajadores ven la importancia de que Jorgelina Signa esté presente en el Concejo municipal para defender las reivindicaciones populares y frente al desbande del régimen político en el municipio. Tenemos como objetivo la presentación de listas en la mitad de los municipios de la provincia. Vamos con la izquierda en este enorme desafío.