Políticas

29/10/2015|1387

Santiago: balance de las elecciones


En Santiago, el Frente para la Victoria logró un 63% de los votos, que implica un ligero retroceso (5 puntos) en relación con las Paso. El massismo, con un 19%, logró un crecimiento del 30% que le dio el segundo lugar y la cuarta banca en juego. Cambiemos, con el 14%, mantuvo el porcentaje y el tercer lugar de las Paso. El Frente de Izquierda mantuvo el cuarto lugar con un 1,5%, porcentaje 20% superior al obtenido por las dos listas que participaron en las Paso. Stolbizer cayó un 16% y quedó quinta.


 


El inesperado ascenso de Macri puede provocar cierta incomodidad al zamorismo, fuertemente aliado al gobierno nacional. Sin embargo, hay una profunda comunión de intereses: el grupo Ick, monopolio que maneja los principales resortes económicos provinciales, es zamorista en Santiago y macrista a nivel nacional (sus medios de comunicación impulsaron en las Paso al referente del PRO a nivel local, que perdió con la UCR). En sus visitas a Santiago, Macri elogió el avance de la soja y la política económica del gobierno provincial. Un eventual gobierno de Macri puede contar, sin dudas, con el apoyo del zamorismo, como parte de un “acuerdo nacional”. Una situación de ese tipo va a dejar todavía más desorientada a la desprestigiada oposición tradicional santiagueña.


 


En un marco electoral difícil, signado por la tremenda presión del aparato oficial y un reflujo de las luchas obreras en el último año (con la parcial excepción de los docentes), el Frente de Izquierda logró revertir la tendencia decreciente tras las Paso. Se trata, claro, de una votación que aún está lejos de proyectarnos al centro de la escena política, pero que contiene un gran potencial de desarrollo, por las condiciones que maduran en la situación santiagueña. Además de ser la provincia con peores salarios y mayor precarización laboral del país, Santiago es una de las provincias más dependientes de los recursos nacionales en términos presupuestarios: el ajuste en curso va a tener consecuencias sociales gravísimas.


 


A diferencia de lo que había sido el panorama previo de 2015, los últimos días de la campaña electoral mostraron un interesante panorama de luchas: obreros de la empresa Panedile (constructora ligada a De Vido, una de las principales beneficiarias de las obras públicas locales) cortaron la principal avenida de la ciudad capital, en reclamos por salarios adeudados; padres y docentes de Los Telares ocuparon una escuela para exigir sanitarios y denunciar corrupción con los fondos destinados a obras públicas; finalmente, el gobierno declaró la conciliación obligatoria contra el paro docente convocado por el gremio Cisadems: la respuesta de la docencia fue una gran marcha, de casi 1.000 trabajadores, a la que adhirieron también un gremio menor (Sisadoc) y los autoconvocados.


 


El PO santiagueño emprenderá una fuerte campaña pública por el voto en blanco en el balotaje, clarificando la comunión de intereses entre el macrismo y el zamorismo-sciolismo. Mantendremos una participación estratégica en las luchas obreras, populares y democráticas (la Comisión de Familiares contra la Impunidad, donde actuamos activamente, mantiene una intensa actividad; en el último período se ha fundado Tribuna Docente y crece el Plenario de Trabajadoras, con importante participación en los dos últimos Encuentros de Mujeres).


 


Nuestra actividad estará orientada a organizar y reclutar a los sectores más avanzados de los trabajadores y la juventud.