Como estaba previsto, la lista encabezada por la esposa de Zamora se impuso en las elecciones para gobernador, con casi un 65% de los votos. El oficialismo resalta que la diferencia porcentual con el segundo es superior al 50%, mientras que la oposición tradicional destaca que el oficialismo perdió un 20% en relación a las anteriores elecciones a gobernador.

Ambos tienen razón. Comienza el declive del zamorismo, pero sigue siendo la representación política de los grupos económicos que dominan la provincia. Ninguno de los sectores opositores logró perfilarse como una alternativa de gobierno o una amenaza seria al zamorismo.

El oficialismo, a su vez, busca ocultar la crisis que incuba en sus propias filas: la conformación de la fórmula para gobernadora y vice relegó al sector zamorista que viene de la UCR. El nuevo vicegobernador (de "Bases Peronistas") tiene sus propias aspiraciones, e incluso en las pasadas elecciones para comisionados en distintos municipios se enfrentó a los candidatos de Zamora. Es probable que esa crisis se exprese en las elecciones municipales del año próximo.

La lista de Rached (UCR, Libres del Sur, PRO, Acción por la República) no logró despegar del 15%, mucho menos obtener la polarización que pretendían. La lista de Chabay Ruiz (intendente de La Banda), en octubre, como candidato K, apenas superó el 3%. Ahora, presentándose como "el hombre de Massa" en la provincia, aumentó a un 11%, quedando en tercer lugar. De todos modos, no logró ganar ni en su ciudad.

El Frente de Izquierda bajó un punto porcentual en relación a las elecciones del 27 de octubre. Pero mantuvimos un piso que es superior a nuestros mejores registros en las elecciones previas al 2013. Además, mantuvimos la posición relativa (quinto lugar) y la preeminencia en relación a otras fuerzas de izquierda o centroizquierda. Desde el PO contamos con casi cien fiscales, docentes, estatales y estudiantes, muchos de ellos provenientes de otras fuerzas de izquierda o del progresismo (PS, MST), que actuaron en capital y los principales distritos del interior.

Como en el resto del país, el período que se abre va a estar caracterizado por tentativas de ajuste y fuertes luchas populares. La oposición tradicional no consigue aparecer con la menor iniciativa política, y está alineada con los ajustadores a nivel nacional. En ese marco, el PO santiagueño está llamado a jugar un papel destacado en esta próxima etapa.

A partir de la bancada legislativa del Frente de Izquierda (en la que asume nuestra compañera Andrea Ruiz), impulsaremos la agenda política de los trabajadores, los campesinos pobres y el pueblo, con métodos de movilización. Apostaremos a generar una verdadera revolución en las organizaciones sindicales, estudiantiles y populares. A la vez, en 2014 habrá elecciones municipales; nuestro reciente crecimiento nos permitirá presentarnos en los principales distritos locales de la provincia a dar la batalla por el ingreso a los concejos deliberantes y, fundamentalmente, por el desarrollo de la izquierda como alternativa política ante la crisis. ¡Vamos por ese desafío!