Políticas

23/12/2010|1160

Schiaretti azuza la crisis habitacional

El gobierno de Schiaretti no demoró un instante en sumarse a las amenazas de los K hacia las familias que ocupan tierras. Lo hizo por boca de su ministro de Desarrollo Social, Carlos Massei.

Schiaretti no quiere invertir un solo centavo en viviendas; por el contrario, ha anunciado el armado de un nuevo negociado a partir del fracaso del Plan Federal II.

La cosa es así: de las 16 mil viviendas inicialmente comprometidas para este plan, ocho mil han quedado cautivas del establecimiento de un fondo fiduciario, que se financiará de otro fondo, el Fonavi, también dedicado a vivienda, con una tasa de interés superior al 13%, es decir usuraria.

Como parece que el nuevo maridaje entre los K y Schiaretti no incluye la vivienda, el gobernador ha anunciado que los lotes -adquiridos inicialmente por la Provincia para el Plan Federal II- serán vendidos a quienes resultaron adjudicatarios de este plan de viviendas “sociales”. Como el “ingenioso” plan de Schiaretti contempla un previo paso por el Consejo General de Tasaciones, es de suponer que los valores de esos lotes serán los que indique “el mercado” -o sea un verdadero negociado.

La ola de tomas que recorrió a la ciudad de Córdoba en las últimas semanas (ver PO No. 1.159) pone de manifiesto los límites con los que ha de chocar esta nueva movida del gobierno provincial.

• Por un plan integral de viviendas populares para todas las familias sin viviendas, con cuotas que no superen el 10% de ingreso familiar. Financiamiento del plan con un impuesto extraordinario a al valor de mercado de la tierra y a la especulación inmobiliaria.

• Titularización inmediata de todas las tierras ocupadas. Programa de entrega de materiales para la construcción de viviendas.

• Declarar toda superficie disponible, superior a una hectárea, de utilidad pública y cuyo único destino sea la ejecución de planes de vivienda.

• Suspensión de los desalojos.

• Trabajo genuino. Incorporación bajo convenio de todos los desocupados a la obra pública y a la construcción de viviendas. Basta de trabajo precario, en negro o tercerizado.