Políticas

24/5/2018|1503

Schiaretti, Macri y el FMI

Tras el anuncio del pacto con el FMI, Macri convocó a los gobernadores del PJ para solicitarles su apoyo a las negociaciones. El gobernador cordobés, Juan Schiaretti, no demoró ni 24 horas en hacerlo.


Rápidamente salió a desmarcarse del proyecto que limita el tarifazo, que sus propios diputados habían votado (entre ellos, su esposa), señalando que el Senado debe rechazar el proyecto porque la “fijación de tarifas es atribución del Poder Ejecutivo”. Una semana después, Schiaretti recibió a Macri en Córdoba y también apoyó el planteo de “acelerar la reducción del déficit fiscal”.


Schiaretti ha montado en la provincia un esquema de endeudamiento usurario que sigue el colapso macrista y que en los últimos dos años ha hecho crecer la deuda provincial en un 333%, pasando de 18.500 millones al 31 de diciembre de 2015 a los 61.745 millones de pesos actuales, luego de la devaluación. Además, Schiaretti ya emitió los decretos respectivos para contraer nueva deuda por 700 millones de dólares, lo que llevaría el total de deuda a 79.203 millones de pesos, que representa más del 50% del presupuesto provincial. 


Pero allí no termina la historia. Córdoba tiene gestiones de préstamos con el Banco Mundial (BM) por 300 millones de dólares. También con el Deutsche Bank por 100 millones de dólares, con el BBVA, con fondos de los Emiratos Arabes y de Kuwait, y con la Organización de Países Productores de Petróleo (Opep). El conjunto de esas operaciones puede hacer llegar la deuda de la provincia a los 100.000 millones de pesos en el corto plazo. La provincia también se lanzó de manera desembozada a timbear con las Lebac (11.733 millones de pesos).


El fenomenal endeudamiento ha tenido como objetivo refinanciar deuda anterior y sostener un plan de obras públicas que regentean los Odebretch y los Calcaterra. 


Para seguir alimentando este saqueo de las finanzas provinciales, Schiaretti apoya el pacto de Macri con el FMI. Considerando que el 95% de la deuda ha sido emitida en dólares, el programa del gobierno es entregar la provincia al capital financiero. 


Schiaretti apoya el curso adoptado por Macri porque el programa del FMI plantea la agenda de los capitalistas que mandan en la provincia. En primer lugar, la devaluación de la moneda ha sido saludada por el capital sojero (que mantenía retenida la cosecha en silos-bolsas a la espera de una depreciación del peso) y por las terminales automotrices. En la visita de Macri mencionada, Fiat anunció una inversión en la planta local cercana a los 100 millones de dólares. Ese programa establece mayores beneficios para los empresarios, como la baja de ingresos brutos que el gobierno dispuso de acuerdo con el pacto fiscal y, por otro lado, mayores cargas a los trabajadores con la “reducción del déficit fiscal” y la desvalorización de los salarios.


Una parte fundamental de ese programa se está discutiendo en las calles de Córdoba. Schiaretti viene lanzando provocación tras provocación a los trabajadores de Luz y Fuerza, con el objetivo de modificar su convenio colectivo, hacer pasar la reforma laboral y los despidos, y finalmente privatizar la empresa de energía pública (Epec). En la visita de Macri hubo una reunión con las principales patronales metalmecánicas y metalúrgicas, y con la burocracia del Smata y UOM, donde el tema central fueron los convenios colectivos de trabajo. Esto se complementa con otra parte del ajuste que ya se impuso a comienzo de año con las paritarias a los trabajadores estatales y de salud del 11% y a los docentes del 15%; el salario inicial de maestro no llega a los 16.500 mensuales de pesos.


Crisis del PJ


El apoyo de Schiaretti a Macri también busca una salida a la crisis terminal del PJ local. En las últimas elecciones, el peronismo alcanzó apenas el 30% de los votos y Cambiemos le sacó 18 puntos de ventaja. Al mismo tiempo, la Legislatura viene siendo el escenario de un acercamiento entre Schiaretti y Cambiemos, cuyas partes (UCR-PRO-Juez) han votado toda la política oficial. La última maniobra, en este sentido, fue levantar la sesión especial por el aborto legal, que se había resuelto a iniciativa de Eduardo Salas del PO-FIT. El “gran acuerdo nacional” puede ser la prenda de cambio de un acuerdo en desmedro de la oposición burguesa provincial, o incluso excusa para una integración, que le despeje el camino de la reelección a Schiaretti.


El Partido Obrero y el Frente de Izquierda rechazamos el pacto con el FMI y planteamos una salida de los trabajadores a la crisis: inmediata reapertura de las paritarias de estatales, docentes y de todos los trabajadores; no a la reforma laboral, abajo el ataque a los CCT; anulación de los tarifazos, la nacionalización de los recursos energéticos y control obrero de la Epec; no pago de la deuda usuaria provincial y nacional; que se retire de inmediato de los fondos de Lebac, para comenzar ya un plan de viviendas populares. Al valor actual se podrían construir cerca de 17 mil casas.


Por un paro activo y un plan de lucha y un congreso de delegados de base de todo el movimiento obrero cordobés.