Políticas

29/3/2019

Schiaretti, Mestre y Negri: los candidatos de la pobreza y la desocupación

La única alternativa es el Frente de Izquierda y de los Trabajadores

En Córdoba la pobreza llegó al 36,5% de la población y la indigencia al 7,9%, siendo uno de los seis distritos con más pobreza en el país. La provincia había calculado algunos días antes su propio índice que llegaba al 33,7%, aduciendo que el Indec no contempla los programas sociales provinciales que no se traducen en ayuda monetaria, tales como el Paicor o el boleto educativo. El dato, visible en la grave situación social que se vive en la provincia, desmintió de un plumazo toda la mentira del gobernador Juan Schiaretti, acerca de que a Córdoba no había llegado la crisis.


El grave índice social que se muestra, sin embargo, es solo la punta de una crisis social que tiende a agravarse en poco tiempo. Resulta que Schiaretti, en sintonía con Macri, basó su gobierno en un brutal endeudamiento de la provincia, que salta un 800% desde fines de 2015 a 2019, alcanzando los 150 mil millones de pesos (sin tomar en cuenta la deuda de los entes autárquicos y de EPEC). Los fondos fueron fundamentalmente a financiar los negociados de la obra pública, sin que ello repercutiera en un alza de la mano de obra ocupada en la construcción. A la par de este proceso la provincia viene sufriendo fuertemente la recesión industrial. Las suspensiones se cuentan de a cientos y de miles en las automotrices. La Fiat ha anunciado que en abril cierra una sección y despide 300 trabajadores, lo que hace un total de 800 puestos de trabajo perdidos, en el último periodo solo en esa fábrica. La crisis de las automotrices repercute directamente en la industria autopartista y metalúrgica, también con miles de despidos.


La pobreza está íntimamente ligada a los despidos. La tasa de desocupación trepó al 9,2% en Córdoba y la subocupación al 13,1%. Toda esta situación es impulsada por el propio gobierno de Schiaretti que defiende los despidos y las suspensiones, y cuyo Ministerio de Trabajo avala los recursos preventivos de crisis y los acuerdos con las multinacionales, con participación de la burocracia sindical. Una situación similar se ve venir en el transporte público en toda la provincia, donde las empresas ya anunciaron recortes de recorridos, y el gobierno intervino con subsidios, pero solo hasta después de las elecciones locales. Los pocos planes de empleo como el “PPP” o el “Pila” tienen un salario de $4500 o $5000, y son utilizados por los empresarios para despedir trabajadores de convenio y precarizar.  


Crisis política


La situación económica y social catastrófica de la provincia, solo es encubierta por la crisis a nivel nacional y el hundimiento de Macri. Sobre esto se asienta Schiaretti para reclamar una nueva reelección después de 20 años de gestión peronista. Para ello ha obtenido el apoyo de todo un sector del centroizquierda, del progresismo y del kirchenrismo


El hundimiento del macrismo le facilita las cosas a Schiaretti. La causa preponderante del quiebre de Cambiemos en la provincia se situó siempre en la crisis nacional de Cambiemos. Macri considera que un avance del sector del intendente radical Ramón Mestre en la provincia, lo hubiera dejado en peores condiciones hacia agosto, puesto que se reforzaría la tendencia dentro de la UCR a presentar lista en las Paso o a salirse de la coalición. Mestre se alinea con el sector del gobernador mendocino Alfredo Cornejo y del ex ministro del interior Federico Storani, que ha declarado ya públicamente la posibilidad del quiebre y su simpatía con el “gobierno de unidad nacional” que pregona Lavagna, y también Schiaretti. El temor de Macri igualmente sigue presente en lo poco que le queda en Córdoba, como sucede con Luis Juez, que ha salido a desmarcarse del gobierno nacional.


Vamos con el Frente de Izquierda


La crisis económica y social ha decantado un cuadro electoral que en forma limitada marca una clarificación de la situación que enfrentamos. De un lado se encuentran los candidatos del FMI, Schiaretti, Mestre y Negri; y sus idas y vueltas para sostener un régimen acabado que es fuertemente cuestionado por la población trabajadora. No hay entre ellos diferencias en lo que hicieron en el pasado reciente, ni en el otro. Tampoco existen posiciones encontradas en cuanto a lo que viene. Todos ellos apoyaron el pacto con los buitres, el endeudamiento, el acuerdo con el FMI, el consenso fiscal, el robo a los jubilados, el ajuste y los tarifazos; todos se preparan para un nuevo endeudamiento, para una mayor devaluación, más pobreza y desocupación, para imponer la reforma laboral. En pocas palabras podemos definirlos a los tres: son todos macristas.


El Frente de Izquierda es la única fuerza que se opone a este régimen descompuesto. El cuadro electoral descripto deja una mayor posibilidad de crecimiento de la izquierda y por lo tanto una mayor responsabilidad. La asumimos, pero con el objetivo declarado y central de lograr una verdadera movilización política. Queremos construir una alternativa política de la clase trabajadora, ligada a la lucha de las mujeres, los movimientos que defienden el ambiente y la juventud. Desde el Partido Obrero hemos presentado una plataforma que da salida en términos populares a la crisis social, ahora se trata de que se haga cuerpo en la lucha por ganar terreno en la opinión pública, y por sobre todo el reagrupamiento de las y los luchadores. Una agenda amplia de reuniones, plenarios y congresos van levantar ese cuerpo. Hemos arrancado de la mejor manera este 24 de marzo, con una marcha independiente, donde la columna del Partido Obrero integró más de 1800 personas.         


Nos presentamos a estas elecciones para establecer una salida de las y los trabajadores y la Izquierda, para que la crisis la paguen los capitalistas. Una gran bancada en la Legislatura de Córdoba y en el Concejo Deliberante de Capital y otras ciudades, reforzará ese camino. ¡A luchar!


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