En un reciente reportaje al diario La Nación (4/11), el ex candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, asume su identificación con las políticas fundamentales dispuestas por el gobierno de Mauricio Macri.

Allí afirma que él también hubiera aplicado un aumento de las tarifas (aunque “gradualmente y en forma segmentada”) y que también hubiese llevado adelante el acuerdo con los fondos buitre. Defiende, asimismo, la política de déficit cero y equilibrio fiscal y el acuerdo con el FMI. En caso de tocarle suceder a Macri, dice Scioli, “mi criterio es construir sobre lo construido”, para que no quede lugar a dudas de su posición. Esto explica el silencio prácticamente total que ha guardado durante estos tres años, a pesar de haber perdido la presidencia por tres puntos porcentuales.

Scioli advierte que “el mundo se empieza a preguntar qué puede venir si cambia el gobierno”, anticipándose a fungir como cabeza de un eventual relevo de Macri. Sus definiciones políticas están dirigidas, sin disimulo, al gran capital. El ex candidato del FpV viene de participar de la cumbre del 17 de octubre en Tucumán organizada por el gobernador Juan Manzur, el senador Miguel Pichetto y un sector de la burocracia de la CGT. Son los sectores que han garantizado la gobernabilidad de Macri en el Congreso y en las calles.

Consultado por el triunfo de Bolsonaro en Brasil, Scioli evitó cualquier referencia crítica al nuevo mandatario. Por el contrario, afirmó que el candidato del Partido Social Liberal “identificó que la sociedad brasileña tenía hartazgo y cansancio contra los partidos tradicionales y la corrupción”. Que no se trata de un análisis sociológico lo dejó en claro al decir que la derrota del PT constituye “un llamado de atención” y que “la política tiene que adaptarse a las nuevas demandas sociales”, por lo que entiende un proceso de derechización del electorado. Es similar a lo que practica el macrismo, que ha colocado al frente de su agenda política la persecución a los inmigrantes y la criminalización de la protesta. De hecho, al ser consultado por el endurecimiento de la política migratoria, por ejemplo, Scioli aseguró que hay “algunos individuos a los que hay que identificar y aplicarles el máximo rigor”, haciéndose eco de la campaña xenófoba del gobierno para deportar a cuatro extranjeros detenidos durante las manifestaciones contra el presupuesto.

La entrevista de Scioli con La Nación desnuda cómo podría haber sido el gobierno del candidato que los kirchneristas presentaron como un adversario de la derecha.

 

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