La ocupación de Soldati fue el disparador de una ola ocupaciones en la provincia de Buenos Aires. La provincia enfrenta un déficit habitacional de un millón de viviendas, especialmente en el conurbano. La construcción de viviendas, en particular las del publicitado Plan Federal, está paralizada.

Scioli en acción

En la Matanza, además de la ocupación en el Km 32, en González Catán, se produjeron otras dos: en Villa Palito, en Camino de Cintura, y en el predio de la ex Jabón Federal, recostada sobre la avenida General Paz. Las tres fueron desalojadas violentamente. En Catán intervino la Bonaerense y en Villa Palito la Gendarmería. En Jabón Federal, a la agresión se sumaron patotas organizadas por punteros de la zona. El desalojo por parte del intendente fue inmediato, sin ninguna negociación con los vecinos.

También se produjeron ocupaciones en Bernal: 200 familias a un terreno anexo al del frigorífico Finecor. A ocho cuadras de ahí, en Lamadrid, otra más reducido de 30. Barba Gutiérrez no procedió al desalojo y se comprometió a una solución. Durante su mandato, se han entregado apenas 170 viviendas de las 10.000 programadas. La falta de respuesta a la demanda popular de viviendas contrasta con la generosidad con la que el municipio actúa a favor de Techint, a la que Gutiérrez entregó la zona costera para un megaemprendimiento inmobiliario.

Scioli y los intendentes no se diferencian de Macri, ni en planes de vivienda ni en métodos violentos de desalojo. Los terrenos disponibles son reservados para los pulpos inmobiliarios, en particular en la franja ribereña, una suerte de extensión de Puerto Madero. A los vecinos se les hace insostenible pagar alquileres prohibitivos.

Como parte de esta política expulsiva, la Legislatura bonaerense, por iniciativa de Scioli, acaba de reformar el Código Procesal (ver nota aparte).