Políticas

12/7/2001|713

Se agotó el crédito pero Cavallo le presta a los banqueros

Cuando De la Rúa y Cavallo anunciaron con cara de austeridad que a la Argentina se le había acabado el crédito, omitieron decir que al mismo tiempo ellos estaban financiando con crédito subsidiado a los mismos usureros que le habrían cortado el crédito al Estado.


En efecto, el martes 10 el Banco Central les prestó 921 millones de dólares a los bancos que operan en la Argentina (Ambito, 10/7), o sea unos 70 millones más que los 850 millones que el gobierno les estaba pidiendo a esos mismos bancos. Es decir que los banqueros le dieron al Estado un dinero que el Estado les estaba dando a ellos. Pero, además, con una yapa: porque mientras los bancos compraron los títulos Letes a cambio de una remuneración del 15% en concepto de interés, el Banco Central les prestó a los banqueros a una tasa del 9,75%. El mismo Ambito Financiero no tiene más remedio que admitir que “los bancos aprovechan para tomar fondos más baratos en el Central con el objetivo de ‘darse vuelta’ y recolocarlos en el mercado. De esta forma, en plazos muy cortos consiguen diferencias importantes a expensas del Banco Central”.


Lo que se desprende de aquí es que los banqueros se apropian del crédito que se genera en el país para someter al Estado a un chantaje financiero y extraerle la mayor cantidad de recursos posible. De manera que si se eliminara el monopolio de la intermediación del crédito que poseen los banqueros, se eliminaría al mismo tiempo la alegada asfixia financiera del Estado.


El problema es de neto carácter social: la nacionalización del sistema bancario y el desconocimiento de la deuda pública usurera contraída con los bancos, abolirían de un plumazo los llamados problemas financieros de la Argentina.