Se astilla el engendro UCR-PRO


Desde la Convención Nacional de la UCR han transcurrido sólo dos semanas. En las horas siguientes a esa Convención estallaron de euforia “los mercados” y surgieron encuestas planteando un ascenso del candidato presidencial del PRO. ¿Cuál es la realidad, sólo 15 días después?


 


El líder del PRO enfrenta una feroz interna de negocios -Larreta y Michetti- que se desenvuelve en torno del fabuloso presupuesto de la Ciudad de Buenos Aires o la necesidad de aplastar cualquier disidencia al interior del PRO -un punto no menor porque el PRO no es un partido sino una formación de punteros y arribistas que apenas excede la Ciudad.


 


Macri acaba de rechazar un gobierno de coalición -“quien gana, conduce”, ha dicho-, lo que se contrapone al planteo del propio Ernesto Sanz, el titular de la UCR, partidario de “un gobierno de coalición… que tenga una mayoría parlamentaria capaz de sustentar muchos cambios”. El mismo Sanz, sólo un mes y medio antes de la convención, se pronunciaba por un acuerdo que incluyera a Massa (Urgente24, 17/1), un planteo que tiene el acuerdo de la Comisión Episcopal y que el titular del PRO rechaza cerradamente.


 


Esta disputa se asienta sobre intereses sociales bien definidos. En la megacena organizada en la Rural para recaudar fondos para Macri, la delegación más ostensible fue la de cuarenta empresarios chinos acercados por Fernando Yuan, referente de la Cámara de Comercio argentino-china y flamante candidato a legislador porteño del PRO. Ello revela que los acuerdos comerciales con China seguirán vigentes y que el reciente planteo del embajador chino: “Si la Argentina lo requiere, China no tendrá problemas en extender el swap” no está dirigido sólo al actual gobierno”.


 


Cambalache


 


En las últimas horas, el PRO ha presentado sus propias candidaturas en Córdoba, frente a la crisis en las negociaciones para soldar un frente común con la UCR. En Tucumán, el PRO ha rechazado sumarse a la UCR y ha proclamado candidaturas propias, lo mismo ocurriría en Jujuy.


 


Los candidatos de la UCR en Tucumán, Jujuy, Formosa, La Pampa y Santa Cruz, con la anuencia de Cobos y Alfonsín, han anunciado un encuentro de los “desencantados” de la Convención de la UCR, cuyo primer propósito es “ampliar los alcances de la alianza votada”.


 


Es evidente que el acuerdo Sanz-Macri aparece cuestionado. Los “desencantados” piden manos libres para acordar con quien fuere y poder meter mano también en las listas a diputados nacionales o del Mercosur.


 


Santa Fe es el ejemplo emblemático de esta disgregación. La UCR tiene una coalición de gobierno con el PS y la CC, que se enfrenta provincialmente a la alianza entre el PRO y la corriente del PJ alineada con Reutemann. Todo esto choca con la alianza nacional con el macrismo. Por si hiciera falta, una reciente encuesta revela que el 47% de una masa de encuestados repudia el acuerdo UCR-PRO por considerarlo “un rejunte”.


 


¿Polarización?


 


Massa tardó 48 horas en retroceder del llamado a “estatizar el juego”. Macri se llamó a silencio luego de prometer el levantamiento inmediato del cepo. La polarización que intentan el oficialismo y la oposición encalla por un conjunto de razones.


 


La clase capitalista está escindida y desconcertada frente a la crisis nacional y la bancarrota internacional. El PRO sostiene los acuerdos con China; el Frente Renovador los impugna, por su acercamiento con Techint. El PRO alienta un nuevo ciclo de endeudamiento a partir de un acuerdo con los buitres, pero la burguesía no tiene una posición homogénea sobre el punto.


 


El Frente de Izquierda tiene el desafío de enfrentar este intento de polarización y explotar estas contradicciones.